11 may 2012

Crónicas de la Guerra Civil (Miguel Hernández) & La Tempestad (William Shakespeare)


En Sant Jordi de 2009 compré La Tempestad de William Shakespeare y, si no fuera porque ahora utilizo random.org para escoger el próximo libro que voy a leer, aún estaría acumulando polvo en la estantería.
El protagonista de la obra, Prospero, es el verdadero Duque de Milán, pero que se halla confinado en una isla junto a su hija por culpa de su hermano Antonio, que conspiró contra él para robarle su trono. Durante toda su vida Prospero ha sido un hombre dedicado a la ciencia y que ha desarrollado poderes mágicos con los que puede controlar a espíritus. Así pues, cuando su hermano, el rey de Nápoles (Alonso) y su séquito pasan cerca de su isla, Prospero provoca una tempestad que les hace naufragar y llegar a la isla. 
Ésta no me pareció una de las "grandes obras" de Shakespeare, aunque debo admitir que, de por sí, no siento profunda admiración por las dotes líricas de el Bardo. 
La Tempestad tiene una trama sencilla: la historia de amor entre el hijo del rey de Nápoles y la hija de Prospero – el típico flechazo – y las conjuras de Antonio junto al hermano del rey de Nápoles para asesinarle. Además, tenemos como siempre a los personajes "vulgares" de Shakespeare que van haciendo pequeñas maldades a lo largo de la obra. Ninguno de estos personajes escapa al conocimiento de Prospero, que gracias a los espíritus que tiene bajo su dominio, sabe perfectamente cuáles son sus movimientos y puede manipularlos a placer. De hecho, todo lo que va ocurriendo en la obra es por voluntad de Prospero, que lo organiza todo para que salga a su gusto. Ésta es quizás lo más "interesante" de la obra, el paralelismo entre Prospero y el autor mismo, que también hace bailar a los personajes al ritmo que más le parece convenir. 
Pero, a parte de esto, no hay mucho más que decir. Es una obra entretenida, que sería más espectacular de ver representada que no leída, en la que, sí, Shakespeare hace un buen despliegue de rimas y figuras de estilo bonitas, en ocasiones, pero no tiene la profundidad psicológica de algunas de sus mejores obras. De momento, yo me sigo quedando con Hamlet




He leído bastantes poemas de Miguel Hernández y, cuando dieron este libro con el periódico, me pareció que podría ser interesante ver el punto de vista que podría tener un poeta de la Guerra civil.

Este libro es un conjunto de artículos que escribió Miguel Hernández para varios periódicos entre 1936 y 1937 mientras que se encontraba en el frente luchando por la República. Los artículos abarcan mayoritariamente dos temas: la vida en el frente (ataques en los que participó el autor o "retratos" de los personajes de su regimiento) y artículos más abstractos, sobre los ideales de la República y el odio por el fascismo. De hecho, se puede afirmar con toda seguridad que en estos artículos el escritor es bastante parcial.
La impresión que se tiene al leer es que su descripción del campo de batalla y de las trincheras está algo alejada de la realidad. Y es que sus artículos están más cercanos a la propaganda que al periodismo. 
¿Es esto necesariamente malo? Bueno, no tiene por qué si se tiene en cuenta que el principal objetivo del autor es levantar los ánimos y motivar tanto a los soldados como a los civiles para que sigan resistiendo. Todo esto no quita que Hernández tiene un estilo precioso, sus artículos podrían ser casi poesía en prosa. Utiliza muchas metáforas, alegorías, repeticiones, un vocabulario muy rico y un juego con los sonidos y los colores que llevan sus descripciones al registro de la épica. En realidad muchos de sus artículos me recordaban automáticamente a los típicos carteles republicanos. 
Leer un artículo o dos es una buena experiencia, pero un libro de 150 páginas es sin duda demasiado, a no ser que os interese mucho el tema.



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