Ayer tuve la suerte de poder asistir al concierto de los Arctic Monkeys en Barcelona.
Me puse a la cola a las 3 de la tarde, soportando el viento y la lluvia, para poder estar razonablemente delante durante el concierto.
Miles Kane |
Entramos hacia las 20h, y nos colocamos muy al centro. Con puntualidad inglesa empezó Miles Kane. Antes de empezar, me sorprendió que muchos de los asistentes al concierto me preguntaran si había telonero, y quién era. Miles es alguien muy cercano a los Arctic Monkeys, sobretodo de Alex Turner, con el que tienen un grupo: The Last Shadow Puppets. Además, toca en solitario, y de momento sólo tiene un disco The Colour of the Trap.
Hasta la fecha había escuchado pocas canciones de Miles, pero su concierto (de una escasa media hora), me dio ganas de más. Hay que recalcar que tiene una gran presencia de escenario. Como se mueve, como interactúa con un público en el que muy pocos le conocen, como se motiva y motiva a la audiencia, realmente me impresionó.
Alex Turner |
De las canciones que tocó, recuerdo Rearrange, Closer y Inhaler. Todas en general son muy moviditas, con mucho ritmo, y como toca él la guitarra y su forma de cantar ayudan mucho. Al igual que Alex Turner, su voz es distinta, como más rota pero transmitiendo también mucha emoción. También lo hace con su forma de tocar, brincando de un lado a otro, realmente dándolo todo en el escenario, y eso fue lo que me conquistó.
Arctic Monkets |
Al cabo de tres cuartos de hora de espera llegaron Arctic Monkeys, empezando con un single de su nuevo album, Don't Sit Down 'Cause I've Moved your Chair. Esto ya sentó precedente para el resto del concierto: ritmo sin dar tregua. Y así fue, casi sin dejar tiempo para respirar, encadenaron con Teddy Picker y Crying Lightning. La voz sugerente de Alex, la avalancha de adrenalina que provoca la batería (magistralmente tocada por Matt Helders), y un bajo y guitarra potentes, eran una combinación peligrosa a la que nadie es inmune. Era imposible dejar de saltar, cantar y bailar ante una fuerza tan poderosa.
Después de Black Treacle llegó la grandiosísima Brianstorm (una de las favoritas junto a Fluorescent Adolescent), que va a un compás desenfrenado con el que cualquiera pierde la cabeza. Y así fue, después ya la audiencia estaba completamente en el ambiente y concentrados en la música y pasárselo bien. La única pausa fue durante She's Thunderstorms y la canción final, 505 (que tocaron junto a Miles Kane).
Otras de mis favoritas fueron Library Pictures, This House is a Circus, Still Take You Home y When the Sun Goes Down.
El público estuvo muy bien, y una tenía un razonable espacio vital, por lo que te podías mover con suficiente soltura. Aunque no tuve ese sentimiento de "secta" como en Muse, los Arctic Monkeys apelaban al público, a que gritaran, y cantaran. De hecho, hacían pausas en sus canciones para hacerse de rogar, oyendo como sus fans gritaban por más a pleno pulmón, lo que fue muy divertido.
Alex Turner y Miles Kane |
Como no, Alex iba con su reciente estilo, repeinado (de hecho, se peinó durante el concierto). Fue el único que habló durante todo el concierto: los típicos "muchas gracias", "la siguiente canción es", "¿estás cansados?", "¿os lo estáis pasando bien?" también dijo algunas cosas en catalán, y el inolvidable "es muy excelente". Por lo demás, también se movió algo, lo que le dio un poco más de ánimo al escenario. Ciertamente, los otros tres componientes del grupo (excusando al batería), estaban bastante inmóviles, sobretodo el bajista que estaba bastante marginado al fondo.
Matt Helders |