Hace poco más de una semana pude al fin Ágora (2009) de Alejandro Amenábar. Por suerte, no tenía ningún tipo de opinión preconcebida de la película (diría incluso que el tráiler es un tanto engañoso en cuanto a la trama de la película) y con algunas opiniones no muy positivas.
Ágora trata de la vida de Hipatia (Rachel Weiz), una filósofa, y de los acontecimientos socio-políticos y religiosos de la época (siglo IV). En particular, la "lucha" entre los politeístas y los cristianos, que acaban imponiéndose.
La trama de la película se divide en dos: la personal de Hipatia y la política, por eso voy a tratar esas dos partes por separado.
Durante las dos horas que dura la película descubrimos poco a poco a su personaje principal, Hipatia de Alejandría. Digo descubrir por que, en mi opinión, Hipatia es un personaje que evoluciona poco. Atención, esto no es una crítica en absoluto. Hay que entender que es un personaje extremadamente complejo (y difícil de entender) y que por eso la vamos conociendo poco a poco. Además, desde el principio de la película que Hipatia ya es una mujer adulta y por tanto con un carácter definido (y muy fuerte). Hay que subrayar que es un personaje muy bien construido y que encierra muchas contradicciones para el espectador. Me explico, Hipatia puede resultarnos "no-humana" porque no se preocupa por las cuestiones habituales y cotidianas (amor, amistad, etc): no, es una mujer completamente dedicada a la filosofía, al razonamiento, a la ciencia. Y no obstante, en su sufrimiento, en su busca desenfrenada por la trayectoria de los astros, en su defensa de la razón, el espectador se siente más cercano, puede compadecerse, sentir su pena. Porque, Hipatia "simboliza" la razón, la defensa de la racionalidad frente a lo irracional.
Por esa razón los demás personajes (salvo uno del que hablaremos más adelante) también son planos, ellos simbolizan distintas formas de la irracionaliad: Amonio, el fanatismo religioso; Cirilio de Alejandria, la ambición y la manipulación mediante la religión; Orestes, el estar cegado por el poder; y Davo, dominado por su pasión amorosa. Aunque, este último personaje quizás sí que evoluciona a lo largo de la película.
Cuando yo pedí opiniones para decidirme a ver la película, alguien me dijo que se trataba de una historia de amor, de un triángulo amoroso entre Hipatia, Orestes y Davo. Y no es así en absoluto. Es cierto que tanto Orestes como Davo están enamorados de ella, pero ella nunca les corresponde. Hipatia es una mujer independiente, totalmente libre respecto a los hombres y que está totalmente dedicada a la ciencia. De hecho, ella es el personaje más fuerte ya que los demás están dominados por pasiones o son manipulados por otros. Sin embargo, las evoluciones socio-políticas van a transformar su vida.
Si uno no mira más allá, Ágora parece una simple y contundente crítica al cristianismo. Pero no es así en absoluto. De hecho, hay una escena en que se valora positivamente el cristianismo, cuando Davo comparte su comida con los pobres (claro, que todas las demás no son muy positivas...). En fin, se trata de una crítica a cualquier tipo de fanatismo e irracionalidad y que se puede aplicar a más ámbitos que al de la religión. Amenábar denuncia el hecho de creer en algo ciegamente, de que uno no sea capaz de cuestionarse lo que cree (tal y como dice Hipatia).
Bueno, Ágora nos muestra el auge del cristianismo como religión dominante y cómo, poco a poco, la religión tiene más y más peso en la política hasta que al final la controla (Esto se ejemplifica en Orestes, que a medida que avanza la película se va sometiendo a Cirilio y que culmina en una de las más flagrantes manipulaciones que he visto nunca).
Por supuesto, esto deriva a una crítica de la intolerancia, a la violencia,... Y algunos temas derivados del principal como el papel de la mujer en aquella época. Antes de la imposición del cristianismo, las mujeres eran mucho más libres y tenían muchos más derechos. De hecho, una de las razones por las cuáles los religiosos van a poner a la población en contra de la filósofa, va a ser su condición de mujer libre (es decir, culta y sin estar bajo el control de ningún hombre) que deformarán a su gusto.
Otro tema de la película, aunque secundario, es el científico. Es decir, la búsqueda de una explicación para las órbitas de los planetas. Esto nos muestra las herramientas que tenían en aquella época para desarrollar teorías, hipótesis, hacer experimentos, etc. También hay que decir que, por suerte, la parte más técnica es muy simple y fácil de entender (al menos para mí, que tengo poca idea de esas cosas), con lo que no se hace nada pesado o incomprensible.
Finalmente, hay que señalar que Ágora no es una película histórica. Sí, transcurre en el pasado y la recreación de la época es excelente; sin embargo no narra hechos históricamente probados y, aunque la mayoría de personajes estén basados en personas que existieron realmente, hay muchos otros que son ficticios. El director se sirve del contexto histórico para mostrarnos su crítica contra los fanatismos de todo tipo y que luego el espectador lo aplique a su realidad.
A esta película sólo le puedo reprochar una cosa: el exceso de efectos especiales. Las inumerables vistas a la Google Earth sobran, no mejoran en nada la película y tampoco le hacen falta. Si fuese una película vacía y sin aportar ningún tipo de reflexión, un par de efectos especiales no estarían de más, pero en este caso sobran. Parece que nos quieran mostrar cuánto presupuesto tenían y no hace falta.
Para concluir, Ágora es una película que me ha gustado muchísimo. Si An Education estaba entre mis preferidas de 2010, Ágora es sin duda de las mejores (si no la mejor) de 2009. Es una historia conmovedora por su mensaje (algo terrible y pesimista, y que básicamente pasa la pelota a los espectadores para que se muevan y actúen) y con una protagonista fantástica (en el sentido de inolvidable, por ser única). Realmente se la recomiendo a todo el mundo que sepa apreciar una buena película de reflexión que alterna muy bien denuncia con algo de acción.