Todo empezó cuando, después de las vacaciones de Navidad, mi profesor de inglés preguntó: ¿Ya habéis visto el hit de estas Navidades de la TV inglesa?
Yo, convencidísima de mi respuesta, contesté: La segunda temporada de Sherlock. Y resultó que estaba completamente equivocada, era Black Mirror.
Sinopsis: Black Mirror es una mini-serie de tres capítulos (cada uno dura una hora aprox.), cada uno siendo completamente independiente de los otros dos. En ellos se tratan tres temas diferentes de nuestra sociedad actual, pero llevándolos un poco más allá, haciendo una predicción (a veces más o menos excéntrica) de cómo podrían evolucionar en un futuro cercano.
Opinión:
El primer capítulo trata sobre el estado de la política actual, y cómo se mezclan en ella asuntos totalmente no relacionados con ésta, y el impacto que han tenido las redes sociales en la velocidad de transmitir información. Entrando en detalles, una noche el Primer Ministro es despertado por una llamada para que acuda a una reunión de última hora. Allí su consejo le informa que la princesa Susannah, el miembro más popular de la familia real, ha sido raptada. El raptor sólo pide una cosa, que el Primer Ministro tenga relaciones sexuales con una cerda y sea retransmitido en vivo por la televisión nacional. Ah, y esto lo pide a través de un video, leído por la princesa, que cuelga en Youtube.
Esto puede sonar algo macabro, y lo es, pero es realmente interesante como se ve el impacto que ha tenido Youtube, Twitter y Facebook en la opinión pública y la política. Ahora los ciudadanos, con un simple leak pueden enterarse y opinar de todo, y lo más importante, los políticos lo saben y tienen esa presión. Pero aún no son del todo conscientes, así que hacen las cosas como si aún tuvieran completo poder sobre la información que se transmite o no al público. ¿Deberían los ciudadanos saber todo lo que se cuece en el gobierno, en la política de su país? ¿O hay algunas cosas para las cuáles se alcanzan mejores resultados en su ignorancia? Este capítulo no está en contra de las libertades y derechos democráticos, pero plantea estas preguntas.
Los actores y el guión son excelentes, sobresalen los actores interpretando al Primer Ministro y a su mujer, y su evolución como pareja y como individuos a lo largo de la crisis.
El segundo capítulo se centra más sobre las nuevas tecnologías virtuales, que nos apartan del mundo real, y también de la, cada vez más inquietante, programación televisiva. Nos encontramos en un mundo donde la mayoría de las personas "trabajan" pedaleando todo el día en una bicicleta para generar energía. Cuánto más pedaleas más dinero (virtual) va a tu cuenta, si engordas pasas a ser del servicio de limpieza. Cada uno tiene unos pocos metros cuadrados por habitación cuyas paredes forman una gigantesca pantalla de televisión. Casi no hay interacción entre las personas, y si la hay es a través de sus avatares virtuales. Bing es un joven que ha heredado una gran cantidad de dinero de su hermano y se lo regala a la chica que le gusta, Abi, para que participe en un concurso similar a "Factor X". Pero no todo sale como lo esperado. Cada capítulo es bastante rico en detalles, pero éste es el que más, ya que crea un mundo nuevo, con nuevas reglas y artilugios. Es un mundo donde ya no hay socialización entre personas, que se pasan el día pedaleando y viendo la tele, o en su cuarto también viendo la tele, en los que sólo hay concursos, absurdos programas que ridiculizan a la gente gorda, o pornografía. Tú puedes ver si un "amigo" le ha gustado un programa, o algo en particular, pero nunca hablar de ello. Cada uno se sienta en su bici, pedalea hasta el anochecer y no busca nada más en su vida que hacer más dinero para poder customizar su avatar.
El tercer capítulo también trata de avances tecnológicos y las consecuencias que eso puede tener en las relaciones personales. Estamos en algo que bien podría ser el presente, salvo por un detalle: la existencia de los "grain". Es un artilugio implantado en el cerebro que graba todo lo que ves y oyes durante el día, y esto durante toda tu vida si has comprado el suficiente espacio de memoria. Además, te permite volver a ver las memorias, hacer zoom en ciertos puntos e incluso tiene un programa de lectura de labios. Liam y Ffion son una feliz pareja con un hijo que van a una cena de amigos de Ffion. A partir de ahí Liam empezará a obsesionarse con la posible relación que hubiera podido tener su mujer con uno de los invitados, Jonas. Este capítulo hace una reflexión interesante sobre la información, sobre si es bueno o no saberlo todo. En un mundo en que cada vez ponemos al alcance de todos más información personal quizás vale la pena plantearse esta pregunta. Pero el capítulo también va más allá, dando a ver lo que tal invento podría provocar. Por ejemplo, ver todas las relaciones pasadas que ha tenido tu pareja, o las tuyas, o repasar paso por paso como ha ido una entrevista de trabajo. Claro que puede tener sus cosas buenas, como acordarte del nombre de esa persona que acabas de ver. Pero, ¿realmente vale la pena? Porque hay un gran riesgo de obsesionarse con el pasado, con ínfimos detalles de tu vida.
En conclusión, se trata de una mini-serie excelente, sin duda muy original, fuera de lo que se suele ver esta temporada en televisión. Como he dicho, tanto el guión como los actores son geniales, y realmente es una serie que busca no sólo perturbar, si no provocar a la gente para que piense sobre el mundo en el que vivimos y en el que podemos vivir dentro de unos años.
Pues no la conocía pero siq ue me ha parecido muy interesante. La voy a buscar.
ResponderEliminarGracias!
Besos
Es realmente una serie muy original, a mí me encantó, pero no es de las típicas que ves para pasar el tiempo. Espero que te guste! :)
EliminarAlaaaa! No lo conocía pero suena super interesante. Esto quiero verlo, lo voy a buscar. ¡Muchas gracias por la recomendación!
ResponderEliminarOh pues se ve super super bien! me la apunto!
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