Aunque he viajado muchas veces a Italia, debo confesar que no he leído casi nada de su literatura. De hecho, a parte de un intento frustrado a los catorce de leer El nombre de la rosa de Umberto Eco – una decisión un poco prematura por mi parte – no he leído nada de un autor italiano. Ah, no, también leí en Bachillerato Si esto es un hombre de Primo Levi. Y creo que eso es todo. Un día encontré entre las estanterías de mi casa Si una noche de invierno un viajero. Italo Calvino es uno de esos autores del que siempre has oído hablar, de alguna forma u otra, aunque no estás muy segura dónde, cuándo ni de quién, pero que está ahí en tu subconsciente de lector.
En fin, que quise leerlo y aquí estoy con la reseña. No va a ser la estándar de resumen y opinión. En primer lugar porque me es imposible explicar de una forma concreta de qué trata la novela. Y, de hecho, creo que es mejor si te coge por sorpresa, tiene un mejor efecto, de novedad, que es lo que busca el autor. De hecho, tiene elementos de 'libros dentro de libros' y lo que en teatro se diría 'romper la cuarta pared'. Más allá de esto creo que sería romper uno de los mayores atractivos de la novela.
Después de esto debo decir que el libro no me ha gustado, pero quiero matizar esto. Reconozco la originalidad de la premisa del libro, hay elementos que me parecieron interesante y que, sin duda, dejan Si una noche de invierno... fuera de lo que se podría llamar un libro 'convencional', y lo hacen difícil de encajonar en un género. Quizás tenga ciertas influencias del realismo mágico – un estilo, un movimiento en la literatura, que nunca me ha gustado mucho – pero, como he dicho, es difícil clasificarlo (además, ¿qué le aporta a un libro pertenecer a un género u otro?).
También reconozco que Calvino escribe bien, es imposible negarlo, pero éste libro no me gustó. Es decir, me interesó el fondo, pero no pude soportar la forma. A lo largo de la novela el autor expone distintos puntos de vista sobre los libros – cómo deben ser, distintas formas de leerlos, o de clasificarlos, comprarlos –, el proceso de escribir un libro, los lectores, que me parecieron, en gran parte, atrayentes. De hecho, algunos de ellos me han llevado a plantearme cosas sobre como enfoco la lectura, es decir cómo leo, qué espero de un libro, etc.
Pero la historia pudo conmigo. El narrador, bueno, no está, es como una ventana, como una cámara a través de la cuál tú entras en el mundo de la novela. Su interés amoroso, a parte de parecer más una sombra, un personaje muy poco definido, como niebla – aunque no descarto que ésta sea precisamente la intención del escritor – y el resto de personajes pues... no sé exactamente lo que són. Simplemente, no me gustó. Se me hizo extremadamente dificultoso seguir leyendo, e incluso me planteé abandonar la novela – cosa que raramente hago, me parece que, al empezar un libro, me comprometo con él hasta el final –, la prosa, la narración, algo caótica, desestructurada y demasiado... no sé como decirlo, su estilo no me gustó.
En conclusión, aunque a mí no me haya gustado particularmente el libro, no es motivo de que a otra persona no le pase justamente todo lo contrario. Hay libros que, por una razón u otra que no tiene nada que ver con su calidad, no gustan, y esto entra ya dentro del dominio de lo personal y subjetivo. Hay algo en esta novela que no encajó conmigo, y me da mucha rabia porque no me parece un mal libro. En fin, que, si tenéis curiosidad, os animo a leer el libro. Es, sin duda, muy sorprendente en cuanto a trama y a como el autor trata el tema de la literatura, y también como interacciona con el propio lector.