Últimamente me estoy aficionando a las series sobre periodistas. A The Hour y State of Play se añade una nueva serie, The Newsroom, proviniente del otro lado del Atlántico. A principios de este verano se estrenó la nueva serie de Aaron Sorkin, el guionista de La red social, y he visto los diez capítulos de la primera temporada en cuanto he tenido ocasión.
Sinopsis: Will McAvoy (Jeff Daniels, Buenas noches y buena suerte, Speed) es el presentador del programa de noticias News Night,
famoso por nunca tomar partido. En una conferencia en la universidad de
Northwestern le fuerzan a dar su opinión sobre los Estados Unidos, y
eso causa gran conmoción en la presna. Después de desaparecer durante
varias semanas, Will vuelve a su trabajo para encontrarse con que su
nueva productora es Mackenzie MacHale (Emily Mortimer, Shutter Island, Hugo), su ex-novia. Ambos deberán dejar a un lado su pasado para hacer un nuevo programa, más serio y más controvertido.
Opinión:
La serie se centra al rededor de cómo se prepara un programa de
noticias: desde cuáles se escogen, cómo se tratan, qué invitados traer,
qué preguntas se pueden o no hacer, quién se encarga de la
investigación, etc. En cada capítulo se centran en un evento que marcó
las noticias a lo largo del 'curso' 2010-2011: desde los reactores de
Fukushima, pasando por las elecciones al congreso, hasta la muerte de
Bin Laden. La mayoría son temas que también vimos en nuestras pantallas
durante aquél año pero, al ser una serie americana, está mucho más
enfocado hacia los Estados Unidos. Eso sí, hay un tema que se repite a
lo largo de la serie, el ataque al Tea Party, haciéndolo
principalmente a través de la boca del presentador, Will McAvoy, que es
un Republicano, para hacerlo parecer más ¿creíble? Pero no todo es
crítica en la serie. De hecho, el problema que yo lo encuentro se puede
resumir en la primera escena de la serie.
Quieren ser críticos pero, al fin y al cabo, no pueden serlo hasta el
final, queriendo dejar aún un sentido de seguridad y derecho moral a los
americanos. O quizás soy yo la que le busca pegas a todo.
En fin,
aunque la mayor parte del capítulo rodee la producción de uno o varios
noticiarios, también hay espacio para tramas secundarias paralelas. Por
supuesto, las historias de amor también tienen su pequeño lugar en la
sala de prensa. Primero vemos el choque frontal entre Will McAvoy y
Mackenzie MacHale, de los que poco a poco conocemos su relación. Son dos
carácteres que chocan. Will es un hombre que aparenta ser muy seguro de
sí mismo (y un tanto creído) cuando en realidad aún sigue muy dolido
por su ruptura con Mac, mientras que ella es una periodista con
muchísima experiencia pero un tanto neurótica y propensa a los ataques
de histeria. Pero la combinación de ambos es extremadamente divertida.
Luego tenemos a Jim (John Gallagher Jr., Margaret) y Maggie (Alison Pill, Los pilares de la tierra, Midnight in Paris), ambos ayudantes de producción y emparejados, que se sienten atraídos el uno hacia el otro pero son incapaces de reconocerlo.
También hay un set de personajes secundarios que son geniales como Don (Thomas Sadoski), Neal (Dev Sampat, ¿Quién quiere ser millonario), Charlie (Sam Waterson) o Sloan (una economista interpretada por Olivia Munn).
La verdad es que todo se debe a un diálogo brillante, que explota las
características de los personajes al máximo para crear situaciones muy
divertidas. Realmente, hay algunas discusiones que son geniales.
Como he dicho antes, también hay un poco de lugar para la reflexión, en especial acerca del periodismo. Viendo los programas de News Night
y luego viendo el telediario de aquí, uno se da cuenta de que realmente
se está poniendo por delante el entretenimiento antes que la
información. Claro que hay cadenas peores que otras, pero todas parecen
ser esclavas de la audiencia, del número de espectadores. Y eso me
parece una situación increíblemente triste.
Desgraciadamente, no
todo son buenas cosas en esta serie. Los personajes, aunque no estén
estereotipados y tengan algún grado de complejidad, son completamente
planos. Desde el primer hasta el último capítulo no cambian ni un ápice y
vuelven a cometer los mismos errores, a tomar las mismas decisiones,
una y otra vez. Y esto resulta extremadamente frustrante. En la misma
línea se encuentran las tramas amorosas. Se le enseña el cebo al
espectador, pero al final sigue sin tener nada, y esto me parece una
estrategia muy pobre para llevarle a ver la siguiente temporada. En
serio, con una serie así creo que podrían haberse permitido hacer un
último capítulo en que el cliffhanger principal no fuese el de las relaciones entre los periodistas.
Y
ahora sigamos con la idea de los programas. Ellos dicen que quieren
hacer un programa informativo de verdad, que contraste opiniones y de
hechos. El problema es que su presentador quiere ser la estrella en todo
momento y parece querer demostrar a toda costa cuán más inteligente es
que cualquiera que entreviste. Esto, me temo mucho, no hace más que
insultar a los espectadores (de su programa). Sí, tiene agallas y se
enfrenta a poderosos enemigos, pero todo eso se esfuma cuando no tiene
ni una pizca de humildad ni ningún tipo de sentido de la culpa a la hora
de humillar a alguien.
De todas formas, es cierto que para ser una producción de la HBO (conocida por series como True Blood, Los Tudor y Juego de Tronos) es increíble que hagan una serie con un guión tan consistente, y con tan poca sangre y sexo.
En conclusión, The Newsroom es una buena serie. No creo que llegue al nivel de The Hour o State of Play, pero sin duda es una fuente de entretenimiento con unos diálogos brillantes, siempre a cargo de Aaron Sorkin.
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