Sigo con mi amor por la ficción británica, y ésta vez os traigo State of Play (2003). Conocí esta mini-serie a través del blog Quinta Temporada del periódico El País, que es un sitio imprescindible para estar al tanto de las nuevas series.
Sinopsis: Stephen Collins (David Morrissey, The Hollow Crown, South Riding) collins es un MP del parlamento británico que además lidera un comité independiente del Ministerio de Energía. Toda su vida se desmorona cuando la investigadora del comité, Sonia Baker, muere en las vías del metro y se descubre de que era su amante. El periodista Cal McCaffrey (John Simm, Doctor Who, Life on Mars) fue el manager de la campaña de Stephen hace casi diez años y quiere ayudar a su amigo. Mientras, Della Smith (Kelly McDonald, The Decoy Bride, Gosford Park) otra periodista del mismo periódico investiga la muerte de un adolescente.
Opinión: Son seis capítulos geniales. Se lo toman con calma, sin prisas, sin querer dar muchas pistas al principio. La serie sigue a un grupo de periodistas del periódico Herald en el cuál se encuentran, a parte de los que ya he mencionado, James McAvoy (La Conspiración, La joven Jane Austen), Bill Nighy (El Exótico Hotel Marigold, Love Actually) y Amelia Bullmore (Twenty Twelve, I'm Alan Partridge), entre otros. Así que la trama sigue su investigación y vemos muy de cerca como funciona la redacción de un periódico y sus trabajadores: desde problemas con la editorial, hasta el trato de las fuentes y su relación con la policía. Éste es uno de los aspectos que más me ha gustado ya que, a parte del 'misterio', me parecer ser muy realista. Durante los primeros capítulos van recabando información, siguiendo pistas, pero ni ellos ni el espectador sabe muy bien qué hacer con ellos, o qué tiene que ver lo uno con lo otro. Y eso me parece excelente. Muchas veces las series –y, en especial, las mini-series – tienen que ya aportar mucha información en los primeros capítulos para atrapar al espectador, y luego tienen un desarrollo lento. En State of Play nos encontramos en la situación opuesta. Los primeros capítulos no te dejan sin aliento, si no más bien un tanto desconcertada por la información que van obteniendo y las cosas (aparentemente con poco sentido, que no sabes como relacionar) que van ocurriendo. Pero igualmente la sigues mirando. ¿Por qué? Primero, por los actores, que son brillantes. Y en especial me gustaría destacar el papel que hace David Morrissey encarnando al desdichado político y a Kelly McDonald, que es uno de los pocos personajes con una evolución marcada a lo largo de la serie. En efecto, su personaje no es más que una novata al principio y tendrá que pasar por mucho, lo que la hará ser mucho más fría, sensata y concisa. Pero, para variar en el mundo británico, hay un gran reparto de actores secundarios. En especial me gustaría destacar a Marc Warren(Wanted, Hustle) en el papel de Dominic Foy, un conocido de Sonia Baker.
Otra razón es que, aunque se den muy pocas pistas, hay muchos elementos desde el principio que te hacen sospechar que el asesinato de la joven investigadora y del adolescente forman parte de algo mucho mayor que implica a gente de las altas esferas.
La trama está muy bien construída, muy bien atada, y con unos giros que nadie podría llegar a esperarse. Además, si los primeros capítulos son 'lentos', a partir de la segunda mitad el ritmo se acelera vertiginosamente y el encadenamiento de eventos se sucede sin que tengamos mucho tiempo para reaccionar. Hay que decir que la serie es muy crítica con el gobierno y las petroleras, y la relación que tienen ambas. Quizás en la crisis económica en la que estamos ahora no se le presta mucha atención a las grandes compañías de petróleo (como BP), pero nuestra economía se sustenta en ésta materia prima y el poder que tienen sus poseedores es muy grande. De todas formas, en ésta serie se toma el ejemplo de una petrolera, pero bien podría ser el mismo caso cualquier multinacional.
Eso sí, hay una cosa en la que me ha decepcionado la serie, en su resolución. Cometen el mismo error que Freddie Lyon en The Hour, sacrifican la historia 'política' porque el principal periodista se involucra personalmente la historia. Y tienen sus razones, que no desvelaré porque sería un spoiler de gran tamaño, pero igualmente no acabó de convencerme.
En fin, State of Play es otra de las grandes mini-series de la BBC con brillantes actores, un guión muy bien construído y, además, un tema muy interesante (y que no se corta un pelo). Prueba de ello fue que en 2009 se hizo una versión americana para la gran pantalla con Russel Crowe y Ben Affleck, pero que no es ni la mitad de buena que la serie.
Pues no la conocía pero si está Bill Nighy le doy una oportunidad, que este actor me encanta!
ResponderEliminarBesos,