Hace unos meses leí el libro Matar a un ruiseñor de Harper Lee y, al gustarme tanto, quise ver la película. Además, es uno de estos títulos que siempre vaga por tu mente como un "clásico", aunque no tengas ni la más remota idea de qué trata.

Opinión: Sin duda se trata de una fiel adaptación al libro, aunque con sus imprecisiones. Los temas obligatorios a tratar están presentes, al igual que las escenas más memorables. Sin embargo, lo que hace tan entrañable son las pequeñas anécdotas de los niños, y las "enseñanzas" de Atticus, con las que todos nos podemos identificar. En la película, como era inevitable, trata mucho más del caso judicial del padre de Scout. Sin embargo en el libro, a pesar de ser algo muy importante en la trama, para el lector cobran más importancia todas las subtramas, mucho más secundarias. Porque, en realidad, son éstas las que permiten apreciar mejor el caso. Y, al menos para mí, fueron las que realmente me llegaron, y me llevaron casi al borde de las lágrimas al acabar el libro.
Pero dejémonos de esto, está claro que una película no puede mostrar todo lo que contiene su novela.
Una cosa que me encantó de la película fueron los niños. No sabría decir si son buenos actores o no, pero en todo caso son exactamente como los personajes del libro. Con su cara de pícaros, o sus juegos y apuestas, además de sus reacciones, lloros y quejas. Además, me encantó su acento sureño, algo que no era capaz de imaginar leyendo el libro, y creo que le da mucha fuerza a la ambientación. En realidad creo que todos los personajes captan la impresión que te deja el libro. Quizás el que menos me gustó fue Gregory Peck, pero es que después de leer el libro Atticus es un personaje tan querido que resulta imposible hacerle justicia.

No obstante, una característica muy peculiar del libro es que, gracias a Atticus, aprendemos a "caminar en los zapatos" de todos los personajes, por muy odiosos que nos parezcan, y creo que éste no es el caso de la película. Por muy despreciable que sea Walter Radley, creo que en la película lo ponen como un malo "clásico", con poco intento de ver que su maldad no es más que el fruto de las circunstancias en las que vive.
En fin, Matar a un ruiseñor es una buena película, un clásico que merece la pena ver. Pero, en este caso, quiero aconsejar leer el libro sobretodo, no sólo antes de ver la película, si no como su perfecto substituto. Es muy superior a su adaptación y es una gran novela con la que creo que cualquier lector disfrutaría.
Tengo que leer el libro antes ;)
ResponderEliminarbesooos
El libro está genial! También lo reseñé hace un tiempo, es mucho mejor que la película!
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