A través de un artículo sobre novelas de ficción que tratan sobre la crisis actual en un periódico extranjero descubrí Capital de John Lanchester – un autor inglés que me era completamente desconocido hasta ahora. Al parecerme interesante decidí comprármelo en Sant Jordi, y como no he esperado hasta verano para leerlo.
La novela se centra al rededor de Pepys Road, una calle (real) de la ciudad de Londres. No es una calle céntrica pero tampoco está en las afueras y, durante mucho tiempo, fue el hogar de familias de clase media. Esto empezó a cambiar cuando el precio de las casas aumentó espectacularmente durante años, atrayendo a gente adinerada.
El libro se divide en capítulos cortos narrados por distintos personajes, todos ellos unidos por Pepys Road. El elenco es bastante variado: un empleado para una empresa multinacional que trabaja en la City, una mujer octogenaria que se está muriendo, un joven futbolista y su padre, un fontanero polaco que sueña con ahorrar dinero trabajando en Inglaterra para volver a su tierra natal, la familia pakistaní que tiene un supermercado en la zona, un conocido artista para quién el anonimato es una potente arma y la mujer que se encarga de poner las multas de tráfico en esta calle. Como veis son gente de orígenes distintos y con modos de vida y opiniones distinta.
A lo largo del libro el autor indaga en la vida de cada personaje, en su carácter, en su familia, en sus miedos y cómo la crisis le va afectando poco a poco. Aunque vivan en una misma calle, los vecinos a penas se conocen y, en las pocas ocasiones en las que sus vidas se cruzan, no tienen impacto alguno. A medida que pasa el tiempo, se van desarrollando tramas, desvelando facetas de personajes – incluso éstos acaban descubriendo otras partes de sí mismos que desconocían.
Es cierto que la novela empieza a finales de 2007 y se acaba pocos meses después de la caída del banco Lehmann Brothers – que ahora se indica como el inicio de la crisis financiera que duró hasta 2008 – pero realmente creo que la crisis en sí no es la protagonista de ésta novela ni es algo que precipite acontecimientos, a excepción de un par de casos. Lo que sí que está bajo severo escrutinio es la sociedad pre-crisis. Por una parte tienes a las clases medias-altas que se han beneficiado muchísimo del boom que ha disfrutado la economía inglesa desde hace unos años, que han ido endeudándose confiando en que todo seguiría igual de bien y que el precio de su vivienda seguiría subiendo todos los años. Por otra parte tienes a los 'olvidados', gente que están al margen pero que conviven con estos otros ricos, que a penas se dan cuenta de su existencia. Hablo de inmigrantes, de refugiados, de ilegales, de humildes trabajadores que siguen viendo (equivocada o ilusoriamente) a Inglaterra como un país de oportunidades dónde a) lograrán subir peldaños de la sociedad y conseguirán integrarse en ella o b) reunir el suficiente dinero como para volver a su tierra natal y llevar una vida tranquila y cuidar de su familia. A lo largo del libro Lanchester expo
ne como todo esto es mentira, a la vez que deja ver la superficialidad (y a la vez desgracia) de los personajes acaudalados. No se trata en absoluto de una caricatura, de ' pobres buenos' y de 'ricos malos', cada personaje tiene sus matices y siempre hay excepciones a la regla. Los personajes, las personas, pueden tener sus más y sus menos, pero no hay forma de salvar un sistema imperfecto, corrompido a la raíz, como el que se ve en la Inglaterra del siglo XXI.
La trama está bien, a mí personalmente no me ha enganchado pero es entretenido y acabas sintiendo curiosidad por ver qué les depara el escritor a los personajes. Una cosa que me ha parecido un poco absurdo es un elemento que se introduce al principio de la novela y que continúa a lo largo de toda la historia. Todos los habitantes de Pepys Road reciben postales, fotos de sus casas, dónde está escrito: "Queremos lo que tenéis". Un planteamiento sin duda muy interesante pero que, en mi opinión, al final desemboca en absolutamente nada, en casi un despropósito. Es más un mecanismo del autor para que los personajes se cuestionen su propia vida que no una forma de desconcertar, de denunciar, un modo de vida que se basa en abusar de los demás e ignorar las consecuencias.
En resumen, Capital es un libro que está bien, no lo calificaría de obra maestra ni nada parecido pero sin duda es una novela interesante sobre la Inglaterra actual, con sus virtudes y defectos. Se lo recomiendo a cualquiera interesado en este tema y en la literatura inglesa actual, yo particularmente seguiré interesándome por las obras de John Lanchester.
Bueno, está bien conocer la época pre-crisis, porque al fin y al cabo fue caldo de cultivo para la que se nos ha venido encima. No parece que te haya entusiasmado mucho, pero creo que igualmente lo sigo manteniendo en la lista.
ResponderEliminarGracias y un saludo!
Suena interesante pero creo que no me convence. La verdad es que no creo que lo lea.
ResponderEliminarUn beso!
Desde que Little Emily y tu hablasteis de este libro esperaba como agua de mayo tu reseña!
ResponderEliminarCreo que yo tenía las expectativas muy altas con este libro y pensaba que la crisis iba a estar más presente. Aún así todo ese "caldo de cultivo" pre-crisis me parece super interesante; no tengo mucha idea de como se está viviendo la crisis en Inglaterra; si sus secuelas están tan presentes en las calles como vi en Alicante este verano o como aquí en Francia. Así que creo que le daré una oportunidad.
Ay Teresa que ahora he visto tu comentario sobre "Fingersmith" en Goodreads...No te imaginas que decepción! Tres partes: un inicio brillante, dickensiano total, y luego todo empieza a decaer, a enredarse, a dar mil vueltas en la misma trama...y mi gozo en un pozo :( Espero que lo leas para ver que te parece, quizá tu tienes más suerte y te gusta de principio a fin.
Para mi una pena porque la primera parte promete y el argumento del libro también :(
Un besito!