Después de meses y meses sin ir al cine – de hecho, desde que fui a ver El Quinto Poder en octubre, del que no hice reseña – decidí celebrar el fin de los exámenes regalándome una sesión de buen cine. Es difícil, al menos para mí, encontrar una película que ver, y más en Navidad (porque normalmente la mayoría de películas son propias de la temporada y realmente no van conmigo). En todo caso, hacía ya tiempo que le había echado el ojo a 12 Years a Slave de Steve McQueen. No, no el actor, si no el director de Shame que fui a ver justamente por estas mimas fechas del año pasado. En su momento, Shame me dejó muy traumatizada (y seguramente si la volviera a ver ahora el efecto sería el mismo), pero con un poco de perspectiva he sabido apreciar lo transgresora y buena que es. Por esta razón fui entusiasmada al cine a ver su nueva película.
12 años de Esclavitud está basada en una historia real en la que Solomon Northup (Chiwetel Ejiofor, Dancing on the Edge), un afroamericano que vive libre, con mujer e hijos, en el estado de Nueva York a mediados del siglo XIX. Su vida se destruye cuando un par de hombres, le engañan con una oferta de trabajo y acaban secuestrándole y vendiéndole como esclavo bajo el nombre de Platt. A partir de ese momento, y durante doce años, va pasando de manos y sobreviviendo a todo tipo de circunstancias.
En general, es una película que está bien. De hecho, está muy bien hecha, todo los detalles de ambientación están muy bien cuidados y la fotografía es preciosa. Realmente, hay bastantes planos que te dejan sin habla, y es que pase lo que pase McQueen sigue siendo un gran director. Además, hay partes de la banda sonora que también son geniales. En especial, recuerdo un acompañamiento muy rítmico al momento en que trasladan a Solomon desde el sitio de su cautiverio hacia el sur, dónde su destino ya estará sellado. Por cierto, en esta parte sale Michael K. Williams, el actor que interpretó al legendario Omar Little en The Wire y a Chalkie White en Boardwalk Empire. El tema principal de la película ya no me entusiasmó tanto.
Esta película tiene cosas buenas y cosas que no me han acabado de convencer partes realmente muy crudas – la primera escena te deja KO – y realmente llegué a pensar que sería una película que documentase con gran maestría la vida, día a día, de los esclavos. Pero no fue exactamente así.. Hay El primer dueño de Solomon es William Ford (Benedict Cumberbatch, Sherlock), un hombre sureño que se cree piadoso y bueno con sus esclavos. Sin embargo, tal y como dice una de las compañeras de desgracias de Solomon, sigue siendo un esclavista, por lo que sigue viendo a sus esclavos como objetos, como posesiones. Y no duda ni un instante a deshacerse de Northup cuando éste empieza a causar problemas (debido a su inteligencia). Así es cómo acaba en manos de Edwin Epps (Michael Fassbender, Shame, Un método peligroso), un sádico de primera clase. A partir de aquí todo es un sinfín de torturas, injusticias, y trato inhumano y degradante. Y piensas que, ya está, no puede pasar nada peor, nada más horrible y violento, pero no, sigue pasando. Y todo llega a unos extremos de (melo)drama que cuesta mucho. No digo que no pasaran cosas así, ni mucho menos, simplemente que, en mi opinión, existen mejores maneras de mostrarlo (y ser más efectivo) que cayendo en un excesivo uso de, valga la redundancia, dramatismo.
Además, el guión no me acabó de convencer. Era todo demasiado… florido, demasiado bonito. Es decir, tanto amos como esclavos utilitzan un vocabulario extremadamente complejo, cosa que no resulta muy creíble dado que la mayoría de esclavos eran analfabetos. Además, los diálogos son poco dinámicos, no parecen espontáneos, no como algo surgido en el momento si no como algo ensayado, parecen más discursos que otra cosa. Por esto me resulta difícil decir mi opinión sobre los actores. Obviamente Ejiofor lo hace bien, y una mención especial a Lupita Nyong’o que es la favorita/atormentada del señor Epps, pero tampoco no han habido momentos en los que me hayan parecido excepcionales.
En conclusión, 12 years a slave es sin duda una buena película, muy bien hecha, pero, al menos en mi opinión, me parece demasiado enfocada a ser material de Oscar. A mí me ha parecido que no aportaba nuevas reflexiones sobre el tema de la esclavitud, aunque obviamente denuncia lo horrible que es, y sigue preguntándose cómo ha sido posible que una parte de la humanidad se haya creído con el poder, y la justificación, de subyugar a otros.
Yo le tenía muchas ganas, pero como en mi ciudad no la estrenaron en versión original me tocará esperar al DVD. Es cierto que se habla mucho de ella para los Oscar, pero según he leído/escuchado le puede pasar un poco como a 'La red social' o 'Zero Dark Thirty', pelis que ganaron todos los premios de la crítica pero que al final cayeron en los Oscar frente a cintas más emocionales y "bonitas". Un saludo y Feliz Año.
ResponderEliminardefinitivamente esta la debo ver!!! ya me hare un tiempo porque es un tema que me fascina!
ResponderEliminarsaludos :D