Éste es el último libro del reto de verano del grupo 'Radiopatio' de GoodReads. Consistía en escoger tres libros: uno que transcurriese en el pasado, otro en el presente, y el otro en el futuro. Además, estos libros debían tener un nexo, en mi caso escogí libros ganadores o nominados al premio Booker, uno de los premios más prestigiosos del Reino Unido. Los dos primeros libros fueron: Vida de Pi e Hijos de la medianoche.
Sinopsis: Snowman ('muñeco de nieve' en castellano) vive en lo alto de un árbol para protegerse de los animales salvajes, producto de mutaciones genéticas inducidas por científicos ahora ya muertos. Cerca de él viven los 'Crakers', una especie a parte de humanos: son vegetarianos, pacíficos, con ojos verde intenso, etc. Snowman es el último humano que queda con vida pero, ¿cómo se ha llegado a esta situación? A la vez que va contando su adaptación a el mundo después de algún tipo de catástrofe que ha acabado con el resto de la humanidad, Snowman recuerda pedazos de su vida, cuando aún se llamaba Jimmy.
Opinión: Éste es el segundo libro que leo de Margaret Atwood – el primero fue El cuento de la criada, que me encantó –, y que es la primera parte de la trilogía de MaddAddam. La verdad es que escogí este libro por descarte, al ser una de las pocas novelas nominadas al Booker que tenga lugar en el futuro, y su lectura ha sido una grata sorpresa.
Atwood, relatando la infancia de Jimmy, nos sitúa en los Estados Unidos, no muy lejos en el tiempo de dónde estamos ahora. Parece que la tecnología sea la misma, salvo por algunas mejoras, pero ahora los avances científicos se hacen a paso de gigantes, intentando prolongar al máximo la vida del ser humano. Además, el mundo en el que vive Jimmy está completamente dominado por las empresas – creo que nunca se hace referencia a ningún gobierno – que son los únicos que dan trabajo y que ofrecen un lugar dónde vivir, a salvo de los barrios marginales. De hecho, un sentimiento que predomina en el lector durante estos episodios es el de angustia e inquietud – al menos por mi parte – ya que el futuro que dibuja Atwood, el camino que según ella recorre la humanidad desde nuestros días hasta el momento de la acción no es, ni mucho menos, inverosímil. La obsesión ilimitada por la eterna juventud, el hecho de que todo tenga un precio, la explotación sin piedad de los pobres, etc. Un tema muy presente en la obra es la manipulación genética de animales, pero también de seres humanos – algo similar a la tecnología de Gattaca, pero aún sin desarrollar –, planteando el dilema moral que supone querer "mejorar" al ser humano.
Todo esto no es nada nuevo para los que vivimos en el 2012 (esta novela fue escrita en 2003). Y me encanta que haya una autora que se posicione de forma tan visible y casi radical, y ofrezca una visión de los frutos que probablemente podrían dar la semillas que estamos plantando ahora.
Por otra parte está la realidad en al que ahora se encuentra Snowman, una realidad en que los Crakers creen que es una especie de profeta, y entienden el mundo como la mitología que él les cuenta de un mundo poblado por los hijos de Oryx y Crake.
¿Pero quiénes son Oryx y Crake en realidad? ¿Qué hicieron? ¿De qué les conoce Jimmy/Snowman? Estos son misterios que se van desvelando poco a poco. Mientras que ambas tramas – la juventud de Jimmy y su vida como Snowman – son relatadas cronológicamente, hay interludios con escenas casuales, conversaciones, entre Jimmy y Oryx. Así se van construyendo dos personajes clave para la novela, que son todo un misterio y uno de los aspectos más atractivos de la novela. Atwood, a través de los ojos de Jimmy, un hombre medio, observa a estos dos personajes tan excepcionales, sin, al menos no de forma muy obvia, juzgar sus acciones ni su pasado.
La trama está muy bien construída, aunque quizás al principio cuesta un poco entrar en el ambiente de los Compounds, después ya es imposible dejar el libro, la historia te llena de avidez por conocer el desenlace que, previendo una segunda parte, es totalmente abierto y deja con aún más ganas de continuar con las aventuras de Snowman. De hecho, es imposible no disfrutar de cómo las dos historias van uniéndose a medida que avanza la historia y, como lector, vas juntando los trozos de información que has recogido. Es simplemente genial.
En conclusión, Oryx y Crake me ha devuelto la fe en el género de la ciencia-ficción – algo que ni siquiera El cuento de la criada había logrado –; hasta ahora creía que las buenas obras se limitaban a los clásicos de Orwell, Zamyatin, Huxley y el recién fallecido Bradbury. Pero Atwood ha conseguido que me vuelva a interesar por las nuevas novelas que transcurren en una Tierra no muy alejada de la nuestra. Con un estilo admirable, unos sólidos personajes y una trama consistente (y que además, engancha), la primera parte de la trilogía de MaddAddam es todo un disfrute para el lector.
¡Hola!
ResponderEliminarYo el último libro de sci-fi que leí fue Ygdrasil -muy buena-, de Jorge Baradith, hace bastante poco porque me ha dado por indagar en el género, con algo de miedo, debo decir, porque parecen no tener punto medio (o son obras muy buenas o muy malas). Como sea, creo que apenas tenga algún dinerillo iré a buscar esta novela para sumarla a mi estantería, ya que has despertado mi curiosidad.
Gracias por la reseña/crítica ;)