Vista desde la torre de Montparnasse |
Durante las vacaciones de Pascua estuve en París, en casa de una amiga, ¡y me lo pasé genial!
París es realmente una ciudad única.
La ópera de Paris |
Si te mueves por el centro, las casas suelen tener un estilo similar: paredes de color blanco-gris y unos tejados azuláceos. Algunas de las puertas y ventanas están embellecidas con motivos florales o incluso estátuas, ¡y están por todos lados! De veras me quedaba embelesada al ver ciertos portales.
Place Concorde |
Se nota en la ciudad que París fue durante mucho tiempo el centro del mundo, y que fue una nación muy rica. Dando un paseo por la ciudad es imposible toparse con iglesias preciosas, palacetes, y suntuosos edificios nacionales.
Por supuesto, París sigue siendo un gran centro cultural. Durante mi visita estuve en el museo del Petit Palais, el de los Invalides (donde está la tumba de Napoleón) y el de Orsay, mi favorito.
Pero hay muchísimos más. Está el Louvre, es un lugar gigantesco que, habiéndolo ya visitado una vez, no me apetecía mucho ver. Luego está el Museo Carnavalet, el Museo de la Orangerie, ¡y muchos más! La mayoría contienen exposiciones interesante y ofrecen tarifas interesantes para jóvenes (algunos son gratuitos para menores de 26).
El Louvre |
El Petit Palais |
El Sacré-Coeur en Montmartre |
Aunque el tiempo no haya acompañado – hace bastante frío comparado con Barcelona y todos los días solían ser grises acompañados por una llovizna intermitente –, pasear por París es algo maravilloso. Como he dicho antes, siempre se descubren cosas, y además hay bastantes parques en los que sentarse a reposar. Algo que ahora siempre me recordará a París son las boulangeries (panaderías) y el olor a pan recién hecho. Hay por todas partes y, a pesar del precio, es difícil resistirse a las bollerías allí expuestas. Por supuesto, también hay crêperies y tiendas especializadas en macarons, como "La Durée".
Notre-Dame |
París, es cierto, es una ciudad muy especial, con su propio ambiente que, para alguien que ya ha estado, se reconoce inmediatamente. Sin embargo, y a pesar de mi amor por esta ciudad, no es un sitio en el que me gustaría vivir mucho tiempo. A parte del clima, me pareció una ciudad bastante "dura". En el metro y por la calle una encuentra todo tipo de personajes, caminando sin rumbo, como perdidos, sin duda hay una miseria bastante visible. Además, fieles a su reputación, los parisinos no parecen muy abiertos o agradables – no quiero generalizar, ni decir esto de todos los franceses, pero fue mi impresión.
No me gustaría acabar con esta nota "negativa" de mi viaje ya que me lo he pasado muy bien perdiéndome por esta ciudad. Porque es lo que hay que hacer, perderse por los barrios y descubrir el verdadero París, alejándose de las masas turísticas que avasallan la zona entre Notre-Dame y el Louvre. París es una ciudad que me encanta, que disfruto y a la que ya estoy deseosa de volver.
En mi viaje a París ya tenía en mente una visita a la librería Shakespeare and Company, una librería inglesa fundada por Walt Whitman.
Al rededor de la librería hay estantes con libros de segunda mano a precios bastante razonables y en un estado decente. Dentro, la mayoría son libros nuevos – a precios como los que se pueden encontrar en España – y algunos de segunda mano. Es increíble entrar allí porque hay libros por todas partes. Las estanterías llegan hasta el techo y están todas a rebosar, ¡incluso hay libros debajo de las escaleras.
En Shakespeare & Co hay novelas, poesía, historia, libros de fotografía, de todo. Tienen un surtido bastante extenso y variado de autores, incluída una sección de autores francófonos. Es un lugar que explorar con tiempo. Desgraciadamente, al menos en el momento en el que yo fui, estaba plagada de turistas que no miraban libros y se limitaban a estar allí, entre los estrechos pasillos. Es una lástima porque realmente es una librería que me hubiera gustado ver con más detenimiento, pero el ambiente era agobiante.
La tienda también tiene un segundo piso, en el que se encuentra la sección de literatura juvenil y los libros antiguos. En el segundo piso hay menos gente y una puede entretenerse a ver su colección de libros viejos – también tienen una tienda especializada en esto justo al lado. Además, es en esta zona en la que se organizan actividades, la mayor parte del tiempo relacionadas con la literatura. En mi caso, llegué en el momento en que un pianista estaba tocando jazz en una sala, también llenísima de libros. Fue genial estar un rato descansando, en un lugar así, y escuchando esta música.
Jo, qué guay tu viaje *_*
ResponderEliminarMe encanta Paris, yo he vivido allí un año y no me pareció una ciudad dura para nada. El clima no es muy distinto al de Madrid que es donde vivo ahora, quizá haya menos "verano", pero nada traumático. En cuanto a lo de los vagabundos/locos tampoco me pareció que fuera algo mucho más terrible que aquí, en ese sentido me impactó mucho más estados unidos, como país desarrollado quiero decir. Algunas ciudades como Philadelphia tienen un porcentaje de vagabundos muy alarmante...
ResponderEliminarEso sí, en lo de los parisinos que son un poquito bordes y un poquito estirados si te doy la razón, pero bueno todo es hacerse y hay gente de todos lados. Y la oferta cultural y de ocio de esa ciudad es inmejorable.
Esa librería no la conocía, pero me ha llamado la atención, me la apunto para la próxima visita, ¡gracias por el descubrimiento y por la crónica!
Besos ^^
Ooooo que bonito es... me encanta T.T me tienes que contar!! Pensaba llamarte hace dias pero entre practicas y cosas se me ha ido de la cabeza, que desastre!!
ResponderEliminarSeria todo un sueño poder ir alli seria increible *_*
ResponderEliminarbesos!
gabundos/locos tampoco me pareció que fuera algo mucho más terrible que aquí, en ese sentido me impactó mucho más estados unidos, como país desarrollado quiero decir. Algunas ciudades como Philadelphia tienen un porcentaje de vagabundos muy https://la-voz.net/abraham-valdelomar/
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