30 jul 2013

Asuntos de familia de Rohinton Mistry



El verano pasado leí Un Perfecto Equilibrio de Rohinton Mistry y se convirtió en una de mis novelas preferidas. Al cabo de unos meses encontré en un mercado de segunda mano otra de sus novelas, Asuntos de Familia, que entre una cosa y la otra no he podido leerla hasta este verano.

Resumen: Situada en Bombay a principios de este siglo, la historia empieza con  Nariman Vakeel es un anciano de casi ochenta años con Parkinson que un día se rompe el tobillo durante uno de sus paseos. En su casa, en la finca Felicity Palace, sus hijastros - Coomy y Jal - pronto se cansan de cuidar de él, amargados por recuerdos del pasado, y conspiran para que su hermanastra,  Roxanne, que vive en un diminuto piso con su marido y sus dos hijos, se encargue de Nariman. Esto hará que los vínculos de la familia se pongan a prueba.

Opinión: Esta novela trata de como los personajes se enfrentan a una situación horrible y muy dolorosa, ver como un familiar enferma y empeora poco a poco sin esperanza alguna de recuperación. Es un momento difícil que pone a prueba a cualquiera. Los cuidados casi sin descanso rompen la rutina establecida de la familia, y en una familia de clase baja también supone una cantidad creciente de gastos que se salen del presupuesto normal. Todo esto hace que la convivencia,  incluso entre personas que se quieren, empeore.
En esto la novela me ha parecido muy realista, no dando a los personajes rasgos heroicos o  llenos de voluntad de sacrificio. Se les ve divididos entre lo que saben que deben hacer y ese egoísmo o instinto de evitar sufrimiento que nos caracteriza, que lleva a apartar la mirada cuando algo nos disgusta. 
La trama sigue a cada uno de los miembros de la familia y como se enfrenta a esta nueva situación, sea sumergiéndose en los libros, aceptando sobornos o sucumbiendo a los juegos de apestas. De hecho, este libro ilustra muy bien el dicho de 'en momentos desesperados medidas desesperadas'.  Y esta desesperación que impulsa a los personajes a intentar cualquier cosa para que mejoren las cosas no estará libre de consecuencias. 
En especial me han parecido muy interesantes los personajes de Coomy y Jal, ella está devorada por el rencor y él es el tipo de persona que odia las peleas y, en su afán por evitarlas, acaba empeorando las cosas y dejándose convencer por su hermana. El otro es Yaaze, el marido de Roxanne, que sufre una completa transformación a lo largo de la historia, y es un cambio que concuerda perfectamente con lo que le pasa. 
A parte de ofrecernos unos personajes complejos y muy humanos el libro también es una pequeña ventana a la India contemporánea, donde persisten la pobreza, las castas y las religiones. A parte de historias diversas que llegan hasta los oídos de los personajes - algunas escalofriantemente reales -, también a través de ellos mismos vemos cuánto persisten y cuánto pesan las tradiciones. La familia de la novela es parsi, que provienen de los persas y tienen su propia religión. A parte de sus costumbres, un parsi sólo se puede casar con otro miembro de su comunidad, lo que causó la desgracia en esta familia hace varias décadas, cuando prohibieron a Nariman casarse con la mujer que amaba y le obligaron a tomar como esposa a una viuda que no conocía. 

Esta novela no es tan deprimente como Un Perfecto Equilibrio, pero sigue teniendo su punto agrio. La novela enseña que incluso de momentos difíciles pueden salir buenos recuerdos, momentos felices, y que, sin duda alguna, el dinero por sí sólo nunca podrá lograr ese efecto.
Recomiendo con creces la lectura de este libro a quién esté interesado en la India  o disfrute de una buena novela sobre los lazos familiares y su complejidad.

27 jul 2013

Los Miserables de Victor Hugo


Es difícil reseñar un libro como Les Misérables, aviso ya que ésta reseña será totalmente subjetiva. No es que mis reseñas anteriores fueran imparciales, creo que es imposible decir esto en cualquier tipo de arte, pero sé que la lectura de éste libro y cómo lo he experimentado ha venido influenciado por muchas experiencias personales. 
Los Miserables de Victor Hugo forma parte de la cultura popular – especialmente en Francia pero, desde hace unas décadas, con el musical y distintas adaptaciones cinematográficas para el público
internacional, ha empezado a hacerse un hueco en lectores y no lectores del mundo. Es un clásico y, al menos en mi edición, tiene casi 1800 páginas.
Pero volvamos al asunto. La historia de Los Miserables ha estado presente en mi vida desde quizás los seis o siete años. De pequeña leí cómics que contaban la historia, novelas adaptadas para niños, vi películas y mini-series, en clase o en casa. Esto se debe mayoritariamente a mi educación francesa, que desde el primer momento me puso en contacto con esta emérita obra y, sin duda alguna, la más conocida de Victor Hugo. Y todo esto sin haber leído nunca el texto integral, como dicen los franceses. 
Al enfrentarme con tamaña historia yo ya cargaba con un bagaje a mis espaldas que lleva ahí muchos años. Empecé este libro con muchas ganas y muchas esperanzas, ya que El Noveinta y tres, del mismo autor, me había maravillado. 
Todo esto para deciros que la forma en la que yo he vivido esta lectura quizás no se parece mucho a la que vosotros podáis tener, que quizás llegáis más 'frescos', mientras que yo tengo la pesada carga de saber qué pasa y a quién le pasa y cómo son. Rara vez esto ha sido un impedimento a que pudiera disfrutar bien del libro, pero en este caso sé que ha tenido una notable influencia en mí.

Empecemos con la reseña.
Por mucho que lo cataloguen así, Los Miserables no es una novela. Quizás es una obra de ficción, pero no se la puede juntar con, por ejemplo, El conde de Montecristo. Los Miserables es un tratado, un ensayo filosófico mezclado con ficción, es el canal por el cuál Victor Hugo – ya teniendo una cierta edad y experiencia en la vida – vierte sus opiniones, cavilaciones, y diserta sobre la naturaleza de la sociedad francesa contemponánea – es decir, segunda mitad del siglo XIX –, sus reglas, pero también sobre religión, costumbres y política. 
La historia empieza con la liberación de Jean Valjean – un hombre de mediana edad que lleva diecinueve años en prisión por haber robado un pan, agravado con varios intentos de fuga. A través de él conoceremos a Fantine – una pobre muchacha que es engañada por el primer petimetre con el que se cruza–, el matrimonio Thénardier – rufianes y canallas donde los haya, unos auténticos desgraciados y miserables en el sentido estricto de la palabra – y el inspector Javert – un hombre de creencias inquebrantables y con una visión maniquea del mundo. 
Estos y algunos más que evitaré mencionar para no estropear la lectura a nadie. Sin embargo, esta novela me sorprendió porque, dada su extensión, me esperaba un número mucho mayor de personajes. Y ya que estamos con el tema, hablemos de éstos.
Debo decir que, en mi opinión, los personajes no son el punto fuerte de ésta obra. Me han dado la impresión de ser símbolos, de ser instrumentos en manos del autor que los mueve de un sitio para otro, que los hace desaparecer y aparecer cuando más le convenga, para demostrar algo o ejemplificar algún argumento dado con anterioridad. Hay pocos a quién realmente se les de una profundidad como personajes. Los Thénardier son gente ruin, y en el libro lo demuestran a distintos niveles, Jean Valjean es la redención, y en cada etapa del libro se le presenta una prueba para ver si realmente puede dejar atrás el odio acumulado durante sus años de prisión, y así vamos haciendo. Aquí han jugado un importante papel mi conocimiento previo de la obra. 
De antemano, mis personajes preferidos siempre han sido Javert y Éponine, una de las hijas de Thénardier. Personajes como Cosette o Marius se me hacen muy aburridos, siempre tan buenos, puros e inocentes – y hacia el final Marius me caía francamente mal –, no les encontraba la gracia, ni la chispa que dan vida a personajes ficticios. El pequeño Gavroche y sus andanzas por las calles de París, sus comentarios mordaces y divertidísimos compensaban el hecho de que fuera completamente plano, muy similar a un Lazarillo, con igual de picardía pero mejor persona. Volviendo al tema – y siento que me voy a ir por las ramas más de una vez – Javert y Éponine eran mis personajes preferidos porque, al menos en la genial mini-serie francesa del año 2000, parecían ser mucho más complejos que el resto, o al menos más interesantes. Javert porque veía las cosas blancas y negras, seguía ls reglas a rajatabla sin cuestionarse nada, para así evitarse la pesadez de pensar por sí mismo, y poco a poco se da cuenta de que la vida no se puede solucionar así. Éponine porque quizás ejemplifica el hecho de que la sociedad corrompe al ser humano, aunque en el fondo sea bueno. En cualquier caso, me decepcionó mucho ver que estos dos personajes aparecían en contadas ocasiones, la mayoría de veces para hacer avanzar la trama y, en su primera y en su última aparición, para describir cómo son, lo que ocurre en su alma. Y en éste caso Hugo suele volver a reflexiones de cariz general y dejando a un lado el desarrollo del personaje.
Vamos con la trama. En realidad los hechos contados en Les Misérables bien podrían ocupar menos de quinientas páginas pero, como ya he dicho anteriormente, el autor va poniendo su granito de arena en cada paso que da Jean Valjean. Más que granito de arena sería más adecuado decir una playa entera. Hay partes del libro que son puramente descriptivas. Por ejemplo, el protagonista llega a una posada o a una casa y se hace una descripción de varias decenas de páginas sobre cómo era dicho lugar y su pasado. Lo mismo ocurre con los sucesos históricos. Si a alguien le interesa una descripción bordeando las cien páginas de la batalla de Waterloo – la derrota de Napoleón I – o de la revolución de 1848 – el advenimiento de la IIª República Francesa – pueden acudir a este libro y quizás se den por satisfechos. A mí me apasiona la historia y debo admitir que estas partes se me hicieron particularmente insufribles. A parte del derroche de patriotismo y de francofilia llegando a límites insostenibles incluso para mí, la forma de narrar de Hugo no me gustaba, no me daba la impresión de estar contando nada. 

Y luego están sus diatribas sobre cuestiones de moral, psicología o filosofía. Algunas me resultaron interesantes, otras me parecieron un poco… demasiado, quizás muy decimonónicas, quizás me recordaron un poco a Charlotte Brontë y sus exultaciones religiosas. Y todo un poco demasiado dramático, con personajes rematadamente buenos que se ven atrapados por las circunstancias y sufren, y los malvados se aprovechan de ellos sin ningún remordimiento, etc. 
Si alguno de vosotros ya se está tirando de los pelos exclamando ¡pero si es un clásico! ¡pero si todo el mundo le da una valoración altísima! Ante todo, lo que he dicho antes, es una opinión muy personal y muy influenciada por mis propias vivencias con las historia. Pero, además, también tiene cosas que le hacen ser un clásico – si es imprescindible o no eso ya lo dejo a vuestro juicio.
Es rompedor por el vocabulario que utiliza. Los personajes humildes hablan mal y con un argot que, Hugo ya lo hizo en alguna obra de teatro menor, pero ésta fue la primera vez que se hizo a gran escala, en una obra para una audiencia mucho mayor. Y por supuesto utilizando palabras malsonantes. A veces esta voluntad de 'realismo social' se ve truncada ante la necesidad poética del autor. Por ejemplo, poner en labios de un borracho que se acaba de despertar un discurso elaborado y filosófico.
si no fuera por las útiles 'traducciones' de mi edición, serían imposibles de entender. Esto
Y eso me lleva al otro punto positivo. El esto. Es. Precioso. Va más allá, es una maravilla para el oído – uno puede realmente sentir como sonarían las palabras, lo bien que se acompasan y se complementan en musicalidad y ritmo –. Tanto en las descripciones épicas como en discursos y argumentaciones apasionados Hugo exhibe no sólo un vocabulario riquísimo si no una forma de combinar las palabras que hace su escritura bella, no hay otra forma de describirla. Son frases exuberantes, palabras casi con vida propia, creando un conjunto increíblemente genial. Realmente, yo no tengo las palabras para expresar lo genial que es el estilo de Hugo

En conclusión, sigo sin decidirme qué me ha parecido Los Miserables. Por una parte la parte de la trama y los personajes no me ha emocionado especialmente – y de hecho me esperaba mucho más – pero en lo que se refiere en la forma éste libro es de lo más maravilloso que hay. Así que os dejo a vosotros decidir. También, claro, por ser casi la definición de lo que es un clásico, vale la pena darle una oportunidad.

24 jul 2013

The Classics Club – Meme de Julio


Desde hace más de un año que participo en The Classics Club, un grupo de bloggers y lectores que están interesados por los 'clásicos de la literatura. Cada mes hay un meme mensual con una pregunta sobre los libros que se han leído. Debido a mis estudios no he podido contestar a ningún meme desde abril, así que aquí va el de julio...

¿Qué clásico ha cambiado tu punto de vista sobre la vida, las costumbres sociales, tu opinión política, o religión?
La verdad es que me es difícil escoger uno, no porque hayan muchos, si no porque me es difícil decir exactamente qué impacto han tenido en mi vida.
Creo que para la mayoría hay bastantes libros que han significado un antes y un después, pero que no estás tan seguro de cómo lo hacen, de qué efecto tienen en tu día a día. No puedo decir que ha habido un libro con el que de pronto haya cambiado por completo mi opinión sobre algo o mi actitud ante alguna situación. Sin embargo, sí que puedo afirmar que hay libros que me han afectado mucho, que me han aportado algo como persona. 
Tales libros son, por ejemplo, 1984 de George Orwell, que me enseñó a no darlo todo por hecho, a buscar por qué las cosas son como son, por qué la prensa nos enseña noticias de una cierta manera... en resumen, de desconfiar de lo que nos llega todo hecho y listo para nuestro consumo, sin pensar en ello dos veces. Me acuerdo del momento en que acabé de leer por primera vez esta novela, creo que mi mente se quedó en blanco un buen rato, estaba en shock y rara vez he tenido una reacción tan fuerte a una novela. 
Otro clásico, aunque menos conocido, que me en su momento me causó una fuerte emoción fue La Muerte y la Primavera de Mercè Rodoreda – uno de los pocos libros en catalán que he leído. Quizás porque me enseñó que la 'buena' literatura o, mejor, un buen estilo literario, no es sólo aquél que usa un rico vocabulario, con muchas metáforas y un vasto campo semántico, si no también pueden ser frases breves, con vocabulario de a pie calle, con escasa puntuación, que transmite una fuerza incontenible.
Y podría seguir así, con libros que me han marcado aunque aún no sé muy bien de qué manera, como Cumbres Borrascosas de Emily Brontë, Las Flores del Mal de Charles Baudelaire o Las uvas de la ira de John Steinbeck

22 jul 2013

A Place of Greater Safety de Hilary Mantel


Cuando supe que Hilary Mantel había ganado por segunda vez el Man Booker Prize, a parte de apuntarme Wolf Hall en mi interminable lista de libros por leer, le di un repaso a sus obras y encontré A Place of Greater Safety (que se podría traducir como 'Un lugar de mayor seguridad') que trataba de la Revolución Francesa, uno de mis periodos de la historia favoritos. 
Supongo que todos habéis oído hablar en algún momento u otro de La Revolución Francesa, a mí es un tema que siempre me fascinó. Con la edad llegué a entender más sus causas, que se trataba mayoritariamente de una revolución burguesa – pocos de los personajes en esta novela abogan a favor del sufragio universal masculino (el femenino es fuente de bromas), pero siempre ha sido un tema del que he querido leer más, del que nunca me he cansado. Leer Quatre-vingt-treize de Victor Hugo avivó mis ganas de encontrar buenas novelas que transcurrieran en esta época.  

A Place of Greater Safety se centra en las vidas de tres de los personajes más ejemplares de la Revolución, quizás los más conocidos a parte de Louis XVI y Marie-Antoinette:

Camille Desmoulins, escritor y periodista, un apasionado, alguien extremadamente emocional (y un poco inestable), pero con un tartamudeo que le da problemas.
Georges-Jacques Danton, un joven abogado, a quién le gusta disfrutar de los placeres de la vida, pero que no es un idealista y quiere prosperar en este mundo, lograr una buena posición y ganar dinero.
Maximilien de Robespierre, también abogado, es alguien que vive en otro mundo, el de las ideas puras (no en el sentido de puritanas, aunque el hombre lo era bastante), que quiere dedicar su vida a conseguir un ideal, y le importa poco lo que piensen de él. 
Estos tres personajes se encuentran en su juventud, Camille y Maximilien en la escuela, Camille y Danton en sus primeros años como hombres de leyes en París, y enseguida se ve que tienen personalidades muy distintas. Sin embargo, comparten la opinión de que una Monarquía absolutista como la de Louis XVI no puede continuar. Habiendo bebido – en especial Robespierre y Desmoulins – de escritores de Les Lumières (La Ilustración francesa) como Rousseau o Voltaire, quieren acabar con las lettres de cachet (es decir, imponer un equivalente francés al habeas corpus) y crear un Parlamento que realmente tenga voz y voto en los asuntos del Estado. Gracias a las pésimas finanzas de Francia – combinando un sistema de impuestos que exime a los más ricos y un despilfarro aterrador por parte de la Corte francesa – y unos años de malas cosechas, el descontento se irá propagando por todo el Tiers-État – es decir, el 'Tercer Estado', los otros dos siendo la nobleza y el clero – dando una oportunidad única para cambiar el curso de la Historia. 
El nuevo calendario instaurado durante la revolución francesa

Se trata de una novela de casi novecientas páginas, que ya da impresión, pero creo que a ésta no le sobra ni una. Empieza con la niñez de los tres personajes principales – por las décadas entre 1760 y 1770 – y termina con su confrontación final, en 1794. En este libro pasan los eventos clave de la Revolución Francesa. La autora no olvida recordarnos qué fue lo que llevó a esta, en qué situación estaba Francia antes de que se iniciara, encarnada en la convocación de los Estados Generales en 1788; pasando por el conocido Juramento del Jeu de Paume en Versailles, la toma de la Bastilla en 1789, la creación de la Asamblea Nacional, la huída de Louis XVI y su arresto en Varennes, la guerra con todas las monarquías de Europa, las revueltas en la región de la Vendée,… Hilary Mantel siempre deja claro el marco en el que transcurre la acción, establece las coordenadas, a través de los personajes o de fragmentos de cartas, discursos o artículos de periódico – que, hasta que nadie me diga lo contrario, supondré que son verídicos. La verdad es que da gusto leer una novela tan completa y tan estudiada a nivel de documentación, su rigor histórico es excelente – sin duda mucho mejor que el de Dickens en Historia de Dos Ciudades, aunque en su defensa debo decir que seguramente la información de la que disponía era mucho menor – y no se pierde en infinitas descripciones sobre los atuendos de los personajes o los muebles de una habitación – algo que a mí personalmente me parece bastante tedioso y, en su mayoría, innecesario. 
Pero, por si alguien estaba empezando a temerse lo peor, A Place of Greater Safety es sin duda una novela de ficción histórica, por muy reales que sean sus personajes.
También quiero señalar que no es un libro solamente de 'política' hay mucho juego en las relaciones personales de los protagonistas, y realmente se ve cómo estas juegan un papel clave en el desarrollo de la trama. 
Y esto me lleva justamente al tema de los personajes.
Como he dicho ya un par de veces, los personajes principales son Danton, Desmoulins y Robespierre; pero todos los personajes que aparecen en esta obra son reales y tuvieron su rol en la revolución francesa. Primero quiero decir que la caracterización de los tres protagonistas me ha parecido muy bien conseguida. Tampoco no es que les conozca personalmente pero se nota de que ha pasado mucho tiempo analizando documentos de la época, testimonios y otros libros que se hayan podido escribir sobre ellos. Doy fe de ello sobretodo en el caso de Robespierre por el cuál siento mucho interés, lo que me llevó a leer una biografía suya hace unas semanas, y debo decir que la idea que tuve del carácter de 'El Incorruptible' es muy parecida a la que transmite la escritora en este libro. Los tres son personajes muy complejos, muy peculiares, y esto se ve en todas sus acciones, en las decisiones que toman y en las palabras que dicen. De nuevo quiero remarcar que me ha parecido increíble como la autora ha logrado tejer los eventos con las personalidades de los personajes, como hacerlos ligar y darles sentido. Quizás esto sea un poco de interpretación libre, pero realmente les da vida a estos personajes históricos – que normalmente visualizamos quietos en modo estatua o retrato.
Además quiero señalar que hay muchos otros personajes de vital importancia. Si estáis interesados/as en el tema, creo que éste es un excelente libro para descubrir cuantos otros actores tuvieron su papel en la Revolución Francesa y que quedan sin mencionar en los libros de texto de Bachillerato.
Manon Roland
En especial me refiero a las mujeres. Al menos cuando yo fui al colegio, los protagonistas eran siempre hombres – no quiero mencionar a Marie-Antoinette como protagonista, aunque lo fuera, me refiero a uno de verdad, no escogido por 'Dios' – y Mantel te quita ésta idea de la cabeza. Está Lucille Desmoulins – la esposa de Camille –, que también tiene una personalidad un poco retorcida (por un gusto algo morboso por el drama), está Manon Roland que lleva las riendas de lo que hace su marido, Gabrielle Danton o las hermanas o la aventurera Anne Théroigne. Todas han hecho su hueco en la historia y da gusto descubrir algo así.
Finalmente, el estilo de Mantel se sitúa entre la exaltación de Hugo y la postura de inglés escandalizado de Dickens. En la mayoría de sucesos mantiene un tono bastante frío, analítico, describiendo los horrores de una forma precisa, pero intentando no poner un tono dramático o intentando victimizar a unos y/o justificar a otros. Pero esto no provoca que uno se distancia de los personajes, en absoluto. Hay partes de esta novela que te angustian terriblemente, otras con las que te dan escalofríos, y hay discusiones sobre qué es la Revolución, cómo debería ser, que son francamente apasionantes. 


Personalmente me ha gustado mucho leer A Place of Greater Safety, me ha permitido conocer mejor ésta época, a sus personajes, entender mejor lo que ocurrió y por qué, y sobretodo, disfrutar de una historia increíble, contada por una gran narradora. Sin duda la recomiendo a cualquiera que le guste la novela histórica, o quién tenga curiosidad por conocer a esta historia, no decepciona.
¡Me ha salido una reseña súper larga! Bueno, espero que os animéis a leerla :)

19 jul 2013

White Teeth de Zadie Smith


Hace cosa de unos meses me prestaron White Teeth de Zadie Smith. Es la primera novela de esta autora y ganó premios como The Guardian First Book Award, The Whitebread First Novel Award o The New York Times Book Review: Editor's Choice. Hacía tiempo que veía libros de Smith por GoodReads y por distintas librerías, nunca consiguiendo convencerme, lo que me indujo a pedir prestada ésta novela.

Resumen: Samad Iqbal y Archibald Jones se hacen amigos durante su corto servicio en la Segunda Guerra Mundial, tras la cuál no se volverán a ver en más de veinticinco años, cuando Samad viene a vivir a Inglaterra con su nueva (y veinte años más joven) esposa, Alsana. Por su parte, al cabo de poco Archie acabará casandose con Clara, una joven de dieciocho años (teniendo él cuarenta-y-siete). Los Iqbal tendrán dos mellizos, Majid y Millat, y los Jones una hija, Irie Ambrosia. Y los destinos de estas dos familias irán unidos a lo largo de las décadas. 

Opinión: La mayor parte del libro se centra durante la adolescencia de los hijos de Samad y Archibald, aunque anteriormente tenemos la oportunidad de conocer a fondo a ambas parejas. Provienen de culturas muy distintas y son radicalmente diferentes, pero por una casualidad acabarán
compartiendo su vida. Son dos familias pobres, muy humildes y, salvo Samad, con poca educación. Ambos hombres sufrieron la maldición de haber estado en la guerra – y sufrir algún tipo de herida discapacitadora – que les sitúa en el margen de una sociedad que sólo quiere olvidar éste lúgubre suceso. Por esta razón, Samad debe conformarse con ser camarero en un restaurante indio y Archie a doblar papel durante el resto de su vida. Y los hijos son el resultado directo de este ambiente tan desgraciado.
Sería difícil decir cuáles son los temas del libro. La novela transcurre principalmente desde principios de los años 70 a principios de los años 90, y se podría decir que es un retrato de cierta parte de la sociedad inglesa, los habitantes de los barrios bajos. En especial la autora trata el conflicto generacional entre padres e hijos, tanto de los 'nativos' como entre la primera generación de inmigrantes y la segunda generación. También trata el tema de la integración, del dilema entre querer adaptarse y no perder las raíces. Las observaciones que hace a través de lo que les ocurre a los personajes y cómo reaccionan ante ciertas situaciones me pareció muy interesante.
Realmente no se puede decir que ocurra mucho en la novela, al menos durante más de la mitad. Exactamente, hasta que en el pequeño universo de éstas dos familias se entrometen los Chalfen, una familia de clase-media alta, el prototipo de padres perfectos pero que en realidad son hipócritas, egoístas, y, resumiendo, insufribles. Pero el detonador de la escasa acción de la novela no os lo desvelaré. Cabe decir que no por ello el libro es 'malo', simplemente no tiene esa carácterística, pero hay otras cosas que compensan. 
En mi opinión, hay dos.

La primera son los personajes. Cada uno tiene algún capítulo – o más, dependiendo de quién se trate – que describe su pasado. Pero en cada frase, en cada movimiento, se construye un carácter que se mantiene a lo largo de la novela y que, da gusto leer algo así, es consistente. En particular me refiero a los personajes que, cuando se desarrolla gran parte del libro, ya son adultos. Samad Iqbal es, en definitiva, un hombre desgraciado, que se creía con una misión divina que le han arrebatado, por lo que vuelva todas estas esperanzas frustradas sobre uno de sus hijos, Majid. Es un hombre que se da aires porque tiene un extenso vocabulario y que, para afianzar su falta de amor-propio, se dedica a menospreciar a su mejor amigo – que es un indeciso sin personalidad, pero al menos no es un mal hombre. Personajes más divertidos son Alsana y Clara que, aunque vienen de mun
dos muy diferentes, son muy conscientes que 'les ha tocado la lotería' en cuanto a maridos. Entre ellas dos forman una curiosa alianza para intentar luchar contra lo que les ha deparado el destino.
Los hijos son otro tema, su evolución está muy bien marcada a lo largo de la novela y, aunque hay ciertas cosas que me parecieron una nota discordante más que algo consecuente, tienen cada uno una psicología muy definida. Es especialmente curioso el caso de los dos hermanos gemelos, que en apariencia parece que son diametralmente opuestos, pero que en realidad ambos son unos fundamentalistas. Sobre qué tienen posiciones tan extremas es algo que es mejor dejaros descubrir.
La segunda es, sin duda alguna, el estilo de la autora. Más que divertido, es tremendamente ingenioso. Con un par de palabras, unas frases bien conjuntadas, es capaz de hacer ver lo hipócritas y absurdos que pueden llegar a ser los personajes, lo poco conscientes que son de que se están contradiciendo; y también desvelar el ridículo de algunas situaciones. Su forma de hacerlo, es bastante implícita, como una travesura compartida entre ella y el lector/a, es algo que, en momentos, he disfrutado muchísimo y, en otros, se me ha hecho un poco pesado, pero todo va a gustos.

En conclusión, White Teeth es una buena novela y sin duda un prometedor principio. Muy recomendable para cualquier amante de la literatura británica – encontrará modernidad mezclada con una variante del humor inglés – y de los personajes complejos. A mí, por motivo de gustos, no me ha acabado de gustar, de convencer, pero esto no le puede quitar ninguno de sus méritos.


16 jul 2013

Nuevo en mi estantería #16


Hace unas semanas fue mi cumpleaños y como que mis amigos y mi familia me conocen bien, me regalaron unos cuantos libros. La gran mayoría no sé de qué tratan, y la verdad es que prefiero que siga siendo un misterio :)


  • Dos de ellos son de literatura hispanoamericana, una región del mundo que tengo muy descuidada: Rayuela de Julio Cortázar y Ficciones de Jorge Luis Borges (no aparece en la foto porque me he olvidado de ponerlo v.v''). 
  • La continuación de Wolf Hall de Hilary Mantel (y que aún no he leído), Bring up the bodies (en España traducido como Una reina en el estrado), pero dado el buen

    resultado que ha tenido conmigo A Place of Greater Safety, no tengo duda alguna de que ésta trilogía me gustará.
  • The Makioka Sisters de Junichiro Tanizaki, un clásico de la literatura japonesa, que sigo con ganas de explorar. 
  • The Sound and the Fury de William Faulkner. Se trata de un autor célebre del que aún no he leído nada, y me han recomendado que ésta novela es la mejor para empezar. 
  • Far from the Madding Crowd de Thomas Hardy, de quién ya leí Un par de ojos azules hace unos meses. Éste libro es de los más conocidos suyos, junto a Tess de los D'Urbevilles, que también tengo en mi estantería pendiente de leer. Sólo espero drama y tragedia de éste hombre, así que seguro que será una lectura movidita.
  • La Peste de Albert Camus. Hace muchos años leí El Extranjero
    de éste mismo autor, que me causó gran impacto, y no me puedo creer que me haya tenido que esperar a que me regalen otro libro suyo para volver a leerle.
  • La felicidad en el matrimonio de Madeleine Chapsal. Hasta ahora nunca había oído hablar de ésta autora, pero confío en el buen criterio de mis amigos. Además, un poco de narrativa francesa contemporánea seguro que no me hace ningún daño.

Y ahora ha llegado el momento de enseñar el estado de mi estantería. Desgraciadamente veo inevitable comprar libros en Nueva York, pero intentaré con todas mis fuerzas abstenerme de comprar libros hasta Sant Jordi del año que viene... será toda una prueba para mi fuerza de voluntad.

13 jul 2013

Reto Desafía tu estantería: Check-in #1


¡Hola!
¿Qué tal? Éste es el check-in para los que participéis en el reto que propuse de leerse un número de 'tochos' durante el verano.
Ante todo recordar que si habéis leído ya un libro para el reto y lo habéis reseñado, podéis dejar el link en éste post.
¿Qué es un check-in? Es una forma de hacer un pequeño resumen de cómo os está yendo hasta ahora el reto y también una manera de entrar en contacto y ver lo que hace el resto de participantes. Se trata de algo completamente voluntario, que podéis contestar en un post en vuestro blog o como respuesta éste. (Si hacéis un post enviadme el link y lo pondré aquí ^^)
Finalmente, podéis hacer el post cuándo queráis, el límite sería cuando apareciese el Check-in #2, dentro de dos semanas :)

Aquí os dejo algunas preguntas, podéis contestar las que queráis.

1. ¿Has empezado algún libro del reto? ¿Cómo te va? ¿Tienes algún orden en mente o vas improvisando?

2. Haz una foto de los libros que te propones leer :)

3. ¿Te 'preparas' antes de leer o durante la lectura un libro largo? 

4. ¿Piensas en ver alguna adaptación de la obra antes?

5. Ahora que es verano y tienes más tiempo libre... ¿dónde y cómo lees? ¿En la playa? ¿En casa? ¿Con algo para picar? Si quieres, haz una foto (o varias, ¡cómo quieras!) de un momento de lectura


Mis respuestas:

1. A principios de mes leí A Place of Greater Safety de Hilary Mantel (871 páginas). Fue una lectura bastante amena, quizás porque al tratar de la Revolución Francesa no tuve ningún problema con el número de páginas. Ahora he empezado con Les Misérables de Victor Hugo que pasa sobradamente de las 1000 páginas... y creo que me va a llevar bastante tiempo! Pero le tengo muchas ganas. Es un clásico de la literatura francesa que no puedo creer que haya esperado hasta ahora para leerlo.

3. Definitivamente, sí. La mayoría de libros largos tienen muchísimos más personajes que los cortos (y que además van y vienen cuando quieren) por lo que normalmente a medida que leo el libro voy haciéndome fichas de los personajes y/o árboles genealógicos. Por esta razón prefiero leer libros 'tocho' en verano, cuando tengo más tiempo para hacer estas cosas.

4. Normalmente soy de las que no quieren oir hablar de 'ver la película antes de leer el libro', pero debo admitir que a veces, en estos casos, puede resultar ventajoso a la hora de no perderse con los personajes o la trama (o puede resultar justamente al revés). Además, muchos de estos libros son clásicos, por lo que más o menos tengo en mente de qué trata la obra, qué ocurre e incluso a veces el final. O, como me ha pasado muchas veces, ¡he visto la película o la serie para después enterarme de que estaba basada en un libro!

5. Como trabajo no suelo ir mucho a la playa, así que básicamente leo en casa. Tampoco no soy de leer mucho en la playa, básicamente porque tanto la luz del sol y la arena me son un incordio a la hora de leer. Pero cuando leo en casa, y tengo por delante unas cuantas horas de lectura, me gusta tener algo que picar. Por ejemplo:


Participantes:

1. littleEmily                  2. Isi

11 jul 2013

Boardwalk Empire (Temporada 1)


Desde que se estrenó esta serie en 2010 que ha estado en mi lista de pendientes. No sólo por el hecho de que fuera una ficción histórica producida por la HBO, si no porque además el episodio piloto fue dirigido por ni más ni menos que Martin Scorsese
Pero entre unas cosas y otras no pude ponerme a ver la serie hasta mitades de este trimestre...

La serie empieza con el inicio de la Ley Seca o la Prohibición en enero de 1920. Fue una Ley impuesta en los Estados Unidos a nivel federal, por la cuál estaba prohibido vender bebidas alcohólicas. Esta ley duró hasta 1933. ¿Acabó esto con el consumo de alcohol en los Estados Unidos? Rotundamente no. Hay hombres que saben ver – y aprovechar – una oportunidad cuando la ven. Uno de ellos es Nucky Thompson (Steve Buschemi, Reservoir Dogs, Fargo) – un self-made man, tesorero
de la ciudad de Atlantic City, y que ha sabido tejer una red de corrupción a su alrededor que le permite controlar todo lo que ocurre en la ciudad y más allá. En efecto, teniendo dinero y contactos, ¿qué puede ser más beneficioso que organizar una red de contrabando de alcohol? En un santiamén Nucky tiene puesto en marcha el negocio y todo parece ir de perlas, pero pronto le surgirán problemas.
Primero, a raíz de un 'diminuto contratiempo' de su protegido, Jimmy Darmody (Michael Pitt), que acaba de volver de luchar en la Primera Guerra Mundial y sufre secuelas que no quiere admitir. Esto le hace entrar en guerra con Arnold Rothstein (Michael Sturhlbarg), su 'media naranja' neoyorkina (e inculpado de amañar las World Series de béisbol, y de world no tienen nada ya que sólo participan equipos estadounidenses, pero esto no viene al caso). 
A raíz de este encontronazo – que genera su buena porción de violencia – llega a la ciudad el agente Nelson Van Alden (Michael Shannon) y su ayudante, el agente Sebso. 
Además, un grupo de italianos, los hermanos D'Alessio, querrán robarle el negocio a Nucky cuando aún no saben jugar lo suficientemente bien a éste peligroso juego.
Finalmente, no todo son guerras de poder y politiqueos – puesto que éste es un año de elecciones y Kelly Mcdonald, The Decoy Bride, State of Play) irrumpe en la vida de Nucky. Tras la muerte de su esposa hace ocho años éste sólo a querido mantener affaires con mujeres que 'calladas están más guapas' y, en general, sin muchas luces, como es el caso de Lucy Dazinger (Paz de la Huerta). En cambio, Margaret Schroeder es una mujer inquieta, leída, aunque humilde y pobre, pero que no dudará en pedirle explicaciones a Nucky, a no limitarse a sonreír y asentir. 
Nucky Thompson quiere asegurarse de que hombres bajo su influencia ocupen lugares de poder –, una joven madre de dos hijos (
Además hay bastantes tramas paralelas al rededor de cada personaje principal que acaban de completar este pequeño gran universo de Atlantic City.
Ésta temporada me ha parecido bastante entretenida... pero más desde un punto de vista de los personajes que de la 'acción' en sí. Hay muchas partes de la historia que me parecían tener poco interés – por ejemplo, todo el periodo que Jimmy Darmody está en Chicago, salvo cuando se encuentra con Richard Harrow (a este personaje os dejo que lo descubráis vosotros). En cambio lo que más me fascinaba eran las relaciones entre los personajes y cómo cambiaban, o cómo poco a poco su carácter se iba descubriendo.
En mi opinión, uno de los puntos centrales es la relación ente Nucky Thompson y Margaret Schroeder. Me encanta porque ambos tienen un carácter muy fuerte – aunque inicialmente Nucky no es consciente de la fuerza que tiene Margaret – y a lo largo de la serie hay un tira y afloja formidable, de dos personas que se atraen, que intentan descubrir quiénes son y como crear una relación estable.
Luego está Jimmy Darmody. Lo que ocurre en su vida personal me importa poco, pero su personalidad, como ejemplo del efecto que tuvo la Gran Guerra sobre los jóvenes que, ingénuos, fueron pensando que sería algo dónde demostrar su honor y su valentía, y se encontraron con algo que les sobrepasó por completo.
El que completa este set de personajes complejos es el agente Van Alden. Quizás él no sea compl
ejo en el sentido de tener matices, si no en el sentido de que es un radical, un fanático. Representa esa parte de la sociedad estadounidense que es puritana – 'temerosos de Dios' como dirían ellos –, que se horroriza al ver las ciudades modernas y su libertinismo, que ven cualquier
forma de placer como un pecado. Al verse cara a cara con Sodoma y Gomorra el fanatismo de Van Alden no hacer más que ir en aumento, llevándole al límite de lo que es su deber. Es un personaje repulsivo, un reprimido y amargado y justamente por esto es tan interesante. Parece que toda su pasión la vuelca en su obsesión por acabar con el reino de Nucky Thompson.
Además, a lo largo de esta temporada vemos como es este Nucky Thompson, que debe enfrentarse a la realidad. Si quiere seguir al mando de todo ya no podrá ser a través de favores y quid pro quo, si no que deberá mojarse y empezar a emplear la violencia. En este momento de transición, y debido a su carácter (y que, francamente, puede ser bastante prepotente e insensible cuando se lo propone, a la vez que extremadamente bondadoso y tolerante) acabará haciendo más de un enemigo, algunos que ni él mismo sospecha.
En lo que se refiere a la ambientación, la HBO no decepciona. Los vestuarios son increíbles – los modelitos que lleva Nucky Thompson demuestran que sí que hay moda masculina que cambia a lo largo del tiempo y que no es nada aburrida – y siempre hay referencias a eventos históricos. Hay algunos detalles que a veces hacen toda la diferencia. Por ejemplo, en algunos capítulos aparece Al Capone – interpretado por Stephen Graham (This is England) –, se menciona a Houdini y también a Ponzi, el que dio renombre al timo piramidal.

En conclusión, Boardwalk Empire es un drama histórico bien ambientado, con buenos actores y con unos personajes muy interesantes. Aunque la trama no es que te deje sin respiración, la resolución de la primera temporada te deja con muchas ganas de seguir, dando la impresión de que, después de dejarte ver el panorama general, todo va a tambalear.

8 jul 2013

Mi trimestre literario

Durante estas semanas he seguido leyendo – aunque a un ritmo mucho más lento – y he pensado en hacer un breve resumen de mis lecturas. En éste blog no doy nota a los libros que leo – básicamente porque creo que es muy difícil comparar dos libros entre sí – pero debo dar un orden a mí lectura así que....
Oh, durante éste trimestre no he comprado muchos libros. Encontré de casualidad el tercer volumen de The Forsyte Chronicles de John Galsworthy, End of the Chapter, rebajadísimo en una librería de mi ciudad, y me regalaron The Little Stranger de Sarah Waters.

 
 
  

















El único que ha llegado a ésta emérita puntuación en GoodReads ha sido la segunda parte de The Forsyte Chronicles de John Galsworthy, A Modern Comedy. Como su primera entrega, me lo he pasado genial con la lectura de éste libro y he empatizado un montón con sus personajes. No digo nada más porque en unos días colgaré una reseña de éste maravilloso compendio de tres novelas.


Leí el otro libro que me quedaba de David Mitchell (Cloud Atlas, Mil Otoños, Escritos Fantasmas), Black Swan Green. Éste es muy diferente al tipo de género con el que suele tratar el autor. Se sitúa durante la guerra de las Malvinas en Inglaterra, en la que un adolescente con tartamudo intenta encontrar su lugar en el mundo, pensando que la única forma de lograr esto es ser considerado popular, aunque sea al precio de su propia personalidad. Me gustó mucho el libro, es mucho más intimista, y además aparece un personaje de Cloud Atlas!
Raramente leo libros de autores españoles pero alguien me recomendó a Javier Marías y, conociendo mi amor por lo anglosajón, me aconsejó empezar por Todas las Almas. El título es una traducción literal de All Souls que es un famoso college de Oxford, en el que el protagonista de la historia se está a lo largo de dos años. Más que la historia – aunque hay que admitir que su descripción de esta parte de la sociedad inglesa es muy interesante – lo que más me gustó, quizás sería más adecuado utilizar el término 'impactó' es el estilo del autor. Es completamente diferente a cualquier otro que haya leído hasta ahora. A parte de tener un vocabulario extensísimo, su forma de expresar opiniones, de describir, de narrar, me sorprendió. No sé decir si me gusta o no, pero si duda me dejó con ganas de más.
Finalmente también leí a dos de mis autores predilectos. Uno fue Émile Zola, del que leí El Vientre de París, que trata de las clases medias, acomodadas, durante el Segundo Imperio, y cuánto valoran la estabilidad, aunque sea al precio de la libertad. Un retrato impecable, cruel y pesimista como sólo Zola sabe hacer.
El otro fue George Orwell y su ensayo sobre la condición de los mineros en la Inglaterra de los años 30, en The Road to Wigan Pier (El Camino a Wigan Pier). Quizás hay algunas cosas que ya no sean muy actuales, pero la fuerza de Orwell, su clara pasión por lo que describe, por intentar mejorar una situación que no hace que empeorar, y su prosa directa y sencilla hicieron de éste libro una lectura apasionante.


De tres estrellas han habido libros muy variados. Desde un thriller como Gone, Baby, Gone de Dennis Lehane (que es un libro entretenido en un ambiente parecido al de The Wire, pero ya está), a clásicos como Padres e Hijos de Ivan Turguenev (que, aunque me gustó y me ha introducido al autor, tampoco me ha parecido nada excepcional). 
Me prometí leer más novedades en francés, así que leí Nada se opone a la noche de Delphine de Vigan, una novela que transcurre a lo largo de tres generaciones de mujeres, pero que se centra al rededor de la madre de la autora, que sufre un trastorno bipolar. Ella escribe bien y sin duda es un excelente insight sobre la enfermedad, pero no me dijo nada en especial.
Finalmente, volviendo a mis clásicos, leí La Metamorfósis de Franz Kafka que es inpuntuable. La premisa con la que parte el libro es increíblemente genial, las primeras páginas y el final me parecieron magistrales, pero todo el desarrollo me dejó un poco fría. Quizás es justamente debido a que el protagonista se transforma en un insecto, que aunque sólo lo leas ya provoca un sentimiento de desagrado en el lector, y es difícil empatizar con sus sufrimientos.

6 jul 2013

A Modern Comedy de John Galsworthy


Como con Émile Zola la mayoría de.vosotros estaréis hasta la coronilla de que os hable de John Galsworthy. A finales del año pasado empecé con The Man of Property, la primera de las nueve novelas que componen The Forsyte Chronicles. Estas se componen de tres volúmenes con cada una tres novelas. Este mes he estado leyendo el segundo: A Modern Comedy. Esta transcurre durante los años veinte y tiene como protagonistas a Soames Forsyte - que también jugaba uno de los principales roles en The Forsyte Saga-, su hija Fleur y su marido Michael Mont.
Este volumen contiene The White Monkey (El mono blanco), The Silver Spoon (La cuchara de plata) y Swan Song (El canto del cisne). Además también tiene dos interludios pero por algún motivo que no consigo entender mi edición - de Penguin Modern Classics - no los tiene. No son imprescindibles para entender lo que ocurre en la novelas pero sin duda son un complemento que aporta más información sobre los personajes. En fin, a continuación intentaré hacer un breve resumen de los tres evitando los spoilers.
The White Monkey empieza un par de años después de To Let – la tercera y última parte de The Forsyte Saga (si os estáis haciendo un lío al final del post hay una lista con las novelas de The Forsyte Chronicles. Fleur sigue casada con Michael Mont y está insatisfecha, y esto la hace buscar ser popular, organizar soirées y estar rodeada de la gente que está 'de moda' (más que por criterio propio). Un día Soames ve un cuadro en casa de su hija, titulado The White Monkey, que representa a la perfección el espíritu de ésta época – con el que él no puede identificarse –, tan cambiante, con una voracidad temible para intentar devorar la vida a grandes bocados y entre grandes lujos. 
A éste le sigue casi inmediatamente The Silver Spoon que sigue centrándose en la vacuidad y superficialidad de la alta sociedad – que esconden hipocresía y una pérdida de objetivos en la vida–. En este caso el título es una referencia directa a la expresión inglesa 'born with a silver spoon in mouth' (nacido con una cuchara de plata en la boca) que se refiere a los hijos de los ricos, malcriados y que saben poco de lo que es la 'vida real'. Y durante este libro Galsworthy utiliza esta expresión para referirse a Fleur – la única hija de Soames – pero también a la propia Inglaterra.
Finalmente Swan Song también viene de una expresión inglesa, refiriéndose a la última aparición  o creación de un músico o artista antes de retirarse o de morir. En este caso se refieren a Soames Forsyte, que llegando a los 71, abandona el mundo de los vivos al final de la novela (no, esto no es un spoiler). Además, también es cuando vuelve Jon Forsyte – hijo de la exmujer de Soames –, el antiguo amor de Fleur.
Como veis el título es muy relevante en cada novela, en las dos primeras sobretodo es un motto que va repitiéndose (sin llegar a ser casino o pedagógicamente condescendiente), presentándose bajo varias formas y distintas interpretaciones.
Ante todo a lo largo de las tres novelas Galsworthy retrata una Inglaterra - más bien dicho, la clase alta inglesa, que no es Inglaterra- que no es consciente de que su edad dorada (la era victoriana) ya ha llegado a su fin y que ahora sólo viven de su eco. Son incapaces de ver que ya no son un Imperio – por cuyos territorios y habitantes la mayoría sienten un infinito desdén – y que los Estados Unidos están empezando a ser una fuerza mayor que no podrán parar. De hecho, quizás sí que sean más o menos conscientes de ello, pero prefieren ocultarse bajo un sinfín de nuevas modas, reuniones sociales, y escándalos que enfrentarse a la realidad. El autor no se para al retratar esta sociedad, estos personajes que tanto se preocupan por las apariencias y que son, en definitiva, falsos con el resto del mundo y con ellos mismos.

En los años '60 la BBC adaptó a la pequeña pantalla todas las novelas de The Forsyte Chronicles

Pero volviendo a la 'política', Michael Mont a partir del segundo libro se mete en política - porque por mucho que lo llamen democracia si un hombre de buena familia quiere ser MP, lo consigue sin mucha dificultad- y, entendiendo el estado de su país, intenta buscar como arreglarlo. En un principio se hace adepto a la doctrina del Foggartismo - que consiste en mandar a los jóvenes ingleses a las colonias para equilibrar oferta y demanda en el Imperio-, que el autor ridiculiza sin pudor alguno, y luego, porque ve que si sigue así no va a volver a ser elegido, se concentra en el problema de los slums. Esta parte ne recordó mucho a The Road to Wigan Pier de George Orwell (un ensayo que recomiendo encarecidamente a cualquiera que esté interesado en las condiciones de los obreros en los años 1930 y reflexiones interesantes sobre qué se puede hacer), que también trata de este asunto y que cita (y critica duramente) esta trilogía varias veces. 

Uno de los puntos fuertes de esta trilogía – tampoco es que tenga muchos puntos débiles – son los personajes. A lo largo de las novelas vemos como se desarrolla la relación marital entre Fleur y Michael Mont. Él la quiere con locura y es un excelente marido, pero poco a poco pasa a ser menos dependiente de su mujer y encuentra sus propios intereses. A la par, Fleur está desesperada por encontrar algo que la haga sentir menos vacía, algo que le sacie sus ansias. ¿De qué? No se sabe, seguramente porque es hija de ésta época, pero también, aunque el autor sólo lo deja percibir implícitamente, sus relaciones íntimas con su marido son totalmente inexistentes (creo que más por parte de ella que por él). Durante las dos primeras novelas Fleur casi no tiene protagonismo y la mayoría de capítulos se ven a través de los ojos de Soames o de Michael. Éste revela ser todo un observador de la sociedad, aunque con tendencia a buscar causas perdidas como forma de darle sentido a su vida, a las que se dedica al completo. Por su lado Fleur sigue siendo la muchacha malcriada, con la necesidad de ser admirada, y bastante obsesiva – lo ha heredado de su padre – que cuando quiere algo debe obtenerlo y hará todo lo que haga falta para cumplir su objetivo. F
Pero quién, para mí, es el auténtico protagonista, es Soames Forsyte. En cada novela se planteará ante él un problema – sean las malas intenciones del manager de un fondo de inversiones en el que está, o las calumnias hacia su hija de una mujer de alta cuna, o la llegada del joven Jon – que resolverá como mejor pueda. Pero en cada novela cada vez se hace más evidente que ya no encaja en esta nueva Inglaterra, que sus valores son otros, que su modo de comportarse – y de cómo espera que se comporten los otros – crea más malentendidos que otra cosa. 
Soames es un personaje inolvidable. Tiene una psicología muy compleja. Puede ser el autor de actos deplorables, y a la vez ser capaz de todo para salvar a su hija. Aunque sea alguien, más bien dicho conservador, sus agudas observaciones sobre el estado del mundo o de la naturaleza humana no suelen ser erróneas. Soames además es el protagonista de las escenas más memorables del libro. Desde cuando va a visitar la tierra de sus antepasados, o cuando está perdido en la niebla de Londres (muy simbólico, y Galsworthy no intenta disimularlo) o cuando intenta salvar los cuadros de su casa de un incendio. Para mí ha sido un personaje inolvidable, pero Galsworthy es impasible e incluso su muerte la ha convertido en un 'punto' – como dirían los ingleses–, en otro argumento sobre el vacío de esta sociedad en la que, realmente, no se tiene nada. Es decir, quizás se coleccione arte, se tengan campos y pastos, una casa bonita, pero realmente no es nada, nada sin amor (en realidad no es cursi). Soames ha querido con locura a su hija, pero ella es una malcriada, y ha acabado estando siempre solo. 
Finalmente... ¡qué decir de la escritura! Me voy a repetir pero... estas tres novelas me han hecho reír – los comentarios ácidos, punzantes, con un humor muy británico están muy presentes– pero también llorar – sí, la muerte de Soames me arrancó unas lágrimas –. Además el autor tiene un estilo impecable y también una forma preciosa de describir el paisaje, acompasado de las sensaciones de los personajes, del momento en el que está la historia y de lo que él quiere transmitir.

Concluyendo, el listón sigue tan alto como cuando acabé The Forsyte Saga, son tres novelas geniales, que me han encantado. Quizás no tenga un ritmo trepidante, pero sus personajes son fascinantes y les acabas teniendo un cariño enorme. Creo que nunca olvidaré a Soames Forsyte, un personaje rematadamente humano – tan tozudo y tan odioso, pero que le acabas queriendo. Sé que algún día, quizás dentro de cinco o diez años, volveré a leer estas seis novelas, ésta es una historia que se debe volver a leer. 

The Forsyte Chronicles:
   The Forsyte Saga
       * The Man of Property
       * In Chancery
       * To Let
   – A Modern Comedy
       * The White Monkey
       * The Silver Spoon
       * Swan Song
   – End of the Chapter
       * Maid in Waiting
       * Flowering Wilderness
       * One More River    

3 jul 2013

Reseñas Express #8

Como parte del reto Marzo-Abril del grupo Radio Patio de GoodReads tocaba leer un libro de menos de doscientas páginas, así que elegí Une banale histoire (Una historia banal) de Anton Chejov, que además me sirve para el European Challenge. En fin, ya había leído una serie de relatos del mismo autor, que me gustaron mucho, en especial porque daban una vívida impresión de la Rusia de finales del siglo XIX (El Beso y otros cuentos). Pero esta pequeña historia no me ha acabado de convencer. Su protagonista es un hombre de sesenta-y-dos años, un eminente profesor de medicina, conocido en toda Europa, que se enfrenta a su próxima muerte y ve como su carácter se va degenerando. Su mujer le exaspera con inútiles trivialidades, al igual que su hija, que sólo quiere casarse con un petimetre. Y luego está su protegida, hija de un buen amigo que falleció hace muchos años, quién ha tenido una vida algo turbulenta y, en gran parte, desconocida para el narrador. En general me pareció una historia sin ton ni son, sin rumbo, que ni entretiene ni parece tener un objetivo. Me gustó como escribe Chejov, y algunas de las reflexiones del anciano están bien, pero no tiene nada más.



Desde que leí mi primera novela de Yukio Mishima que sentí interés por la literatura japonesa - ya que mi previa experiencia con Murakami no surtió el mismo efecto. En goodreads vi que muchos habían leído este libro de Banana Yoshimoto, así que me animé a hacerlo yo también. La edición que tengo yo contiene dos relatos cortos: Kitchen y Moonlight, y en ambos abordan el tema de la pérdida. En el primero al protagonista es una joven cuya abuela, la única familia que le queda, muere. Debe mudarse a una nueva casa y un conocido de su abuela, un joven y su madre, le proponen irse a vivir con ellos hasta que encuentre piso propio. Durante este periodo de convivencia se establece un especial vínculo entre los dos jóvenes, casi sin que ellos mismos se den cuenta de ello. Es una narración muy delicada, una historia muy sencilla y enternecedor de como dos personas encajan perfectamente el uno con el otro pero, debido a su situación personal y emocional, no pueden reconocer sus sentimientos. Me gustó mucho la historia y creo que cualquiera que haya pasado por un momento difícil a lo largo de su vida o haya sufrido una pérdida podrá fácilmente verse reflejado en los personajes principales, cuyas emociones tan bien describe Yoshimoto.
La segunda historia se parece mucho a la anterior, una joven que pierde a su novio en un accidente de tráfico e intenta seguir adelante y superar el dolor. Quizás por esta razón no me gustó tanto, me pareció repetir otra vez las mismas ideas.

Siguiendo con la literatura japonesa leí Rashomon y otros cuentos de Ryunosuke Akutagawa, que es un ensemble de media docena de cuentos, publicado en 1915. En cada uno de ellos el autor expone una pequeña escena o historia completa para dar a ver diversos aspectos de la sociedad japonesa de la época. Desde los pensamientos de un criado al que acaban de despedir, pasando por la investigación de un asesinato, hasta las preocupaciones de un sacerdote por el tamaño de su nariz. Lo que más me sorprendió de todos los cuentos fue su intensidad, en el sentido de que todas suelen ser bastante lúgubres, y no muy amables con la naturaleza humana.
El autor escribe maravillosamente, utilizando imágenes oníricas y creo que pueden parecernos muy diferentes de a las que estamos acostumbradas en la literatura occidental (¡otra de las grandes ventajas de leer libros provenientes de culturas diferentes!).
Realmente lo recomiendo a todo el mundo. Es un libro muy corto – yo lo leí en una tarde – y con historias que te encogen el corazón y te dejan una sensación extraña, como de incomodidad. Eso sí, procurad tener una buena edición con notas a pié de página; la mía no tenía y no saber el significado de ciertas palabras en japonés sin duda dificulta el disfrute de las historias.

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