La Princesita de Frances H. Burnett

Siendo La Princesita una de mis películas favoritas de cuando era niña, no me pude resistir a leer la novela en la cuál está basada, escrita por Frances H. Burnett. 

Sinopsis: Situado a finales del siglo XIX, Sara Crewe es una niña nacida en la India, a la que su acaudalado padre envía a un internado del sombrío Londres. Éste está regentado por la autoritaria Miss Minchin, pero dónde Sara encontrará grandes amigas, Lottie, Ermengarde y Becky. Durante su estancia allí, hará uso de su poderosa imaginación para sobreponerse a todas las dificultades que se le presenten.

Opinión:

La Princesita es, al fin y al cabo, un cuento de hadas en la época victoriana. Encontramos a la princesa, sus aliados, el villano e incluso algunos elementos de supuesta "magia". De hecho, aunque es totalmente apto para adultos, está muy enfocado hacia niños y pre-adolescentes, casi como un intento de introducirle al mundo de la literatura y de la imaginación. En efecto, Sara en todas las situaciones en las que se encuentra, usa la imaginación para figurarse escenarios completamente fantásticos y excitantes. Su mente está llena de cuentos y leyendas, y de pretender que el mundo es mucho más mágico del que el común de los mortales piensa. Se trata, en mi opinión, de una de las mejores cosas del libro. Sin cerrar los ojos a la realidad que la rodea, consigue hacerla mucho más especial, en cierta forma. Esto está reforzado por un buen estilo de la autora, un amplio vocabulario, que recuerda un poco al preciosismo. Las descripciones del vestuario de Sara te transmiten hasta su sensación del tacto. 

La trama, incluso no habiendo visto la película, es bastante previsible. Pero, como ya sospecharéis, eso no es lo más importante de la novela.                       Eso sí, como todo cuento de hadas, los personajes son bastante típicos y "planos". Está la cruel y desalmada directora, la niña insegura, el "hada", todos sin ningún tipo de profundidad o evolución. Esto no es muy grave dada la naturaleza de la obra, sin embargo el personaje de Sara puede llegar a ser algo desquiciante. A pesar de que su visión de la realidad es encantadora, se trata de una niña casi perfecta: es amable, educada, estudiosa, alegre, solidaria, altruista, etc. Podría seguir con una larga lista de sus virtudes y no conseguir enumerar ni un defecto. Es tan así que, a parte de resultar poco creíble al cambiar radicalmente su situación, que acaba siendo un tanto cansino.

En conclusión, aunque lo encuentro más adecuado para lectores jóvenes, se trata de un libro entretenido con un mensaje que, a nosotros los amantes de la literatura, encanta y te hace volver a aquellos tiempos de la infancia en que todo podía ser una aventura.