Dragonwyck de Anya Seton

Después de leer The Perks of Being a Wallflower me apetecía una lectura más ligera, que no diera mucho que pensar y con poca carga emocional, así que me embarqué con Dragonwyck de Anya Seton.

Sinopsis: Miranda es una joven campesina que vive su familia en la granja, pero está deseosa de conocer mundo. La ocasión de presenta a través de una carta del primo de su madre, Nicholas Van Rhyn, un rico terrateniente, invitando a una de las hijas de la familia a ser la institutriz de su hija. Miranda viajará hasta Dragonwyck, y cederá ante todo el lujo y belleza que verá allí, pero también le dará la oportunidad de madurar. 

Opinión: Este libro es lo que es, el antecesor de las novelas rosas. Pero al menos en este encontramos un poco más de trasfondo histórico y social, y unos personajes más o menos decentes.

En efecto, a parte del triángulo amoroso también se es testigo del cambio en Estados Unidos, de un puñado de propietarios que poseen la mayoría de las tierras al advenimiento de los campesinos clamando por poder ser propietarios de las tierras que cultivan. Como he dicho, se trata de algo colateral a la historia principal, que se centra en la protagonista y su paso a la edad adulta. 

Miranda empieza siendo una joven soñadora – empleando el adjetivo de forma negativa –, que no se contenta con su vida apacible en el campo pero, gracias a las novelas romanticonas con las cuáles nutre su imaginación, quiere conocer el lujo y las pasiones desatadas. Así pues, se deja seducir por las riquezas de Dragonwyck y su propietario, incapaz de ver más allá de lo material. Pero éste es un error del que se dará buena cuenta llegado el momento. Pero sin duda el personaje más interesante y complejo, dentro de lo que cabe, de la novela es el de Nicholas Van Rhyn, el taciturno, temperamental e inteligente terrateniente. Su comportamiento a lo largo de la novela es, en gran parte, un misterio, en el sentido de que hay que elocubrar realmente sobre cuál es su verdadera personalidad, y sus intenciones. Dejando a parte juicios morales, que cada uno puede hacer por su cuenta, alguien tan cambiante y sometido de forma tan fuerte a una tradición centenaria tiene un carácter que vale la pena leer. En lo referente al resto de personajes, no hay ninguno que destaque, la mayoría son estereotipos o personajes funcionales o planos.

La trama está bien construída, engancha y tiene mucha acción. Por lo tanto, es un libro que se lee muy rápido, es ameno y entretenido. Si acabáis de leer algo pesado o deprimente, este puede ser la manera de recuperarte.