Hace poco acabé de ver la mini-serie que emitió la BBC esta navidad y adaptación de la novela de Charles Dickens, Great Expectations (Grandes Esperanzas).
Sinopsis: A mitades del siglo XIX, Pip (Douglas Booth) es un huérfano que vive con su hermana y su marido, un herrero, en medio de los páramos ingleses. Después de un aterrador encuentro con un fugitivo, Miss Hamvisham (Gillian Anderson) – una rica mujer pero extraña mujer que vive encerrada en su casa – pedirá que se presente en su casa, para que le tuviera compañía a su hija adoptiva, Estella (Vanessa Kirby). A partir de ese momento el destino de Pip cambiará irremediablemente.
Opinión: Como no, al ser una producción de la BBC, y además de época, nos encontramos con una gran calidad en lo que se refiere a ambientación (escenarios, trajes,...) no sólo en lo que se refiere a la precisión histórica pero también en recrear la especial atmósfera presente en la novela.
Gillian Anderson como Miss Havisham |
Además, tiene la ventaja de contar con excelentes actores. Como no, hay que recalcar la magnífica interpretación de Gillian Anderson, que consigue plasmar a la perfección al personaje de Miss Havisham. Además, a lo largo que avanza la serie vemos como poco a poco su aspecto se va deteriorando, al igual que su herida en la mano, volviéndose cada vez más espeluznante y fantasmagórica. Los demás actores también hacen un muy buen trabajo.
Para los aficionados a Juegos de Tronos allí os encontraréis con Harry Lloyd (que interpretaba a Viserys Targaryen), que justamente también participó en Doctor Who, donde también sale la actriz de la miniserie, Frances Barber.
En lo que se refiere a la trama, debo decir que me dejó algo decepcionada. Yo siempre había pensado que en todas sus novelas Dickens incurría a algún tipo de crítica social, pero en este caso no ha sido así. La trama en sí, las tribulaciones del joven Pip – un personaje que ya de por sí me cae poco simpático, al contrario de su amigo Herbert –, es un tanto predecible. Los malos siguen siendo malos desde principio a final, y los buenos siempre obtienen recompensa por su bondad y honestidad. Por esa razón también podemos descartar la opción de introspección psicológica, salvo por el caso de, otra vez, Miss Havisham. En este aspecto, el personaje de Estella me ponía extremadamente nerviosa. Incontables veces dice que ha sido diseñada por Miss Havisham para ser en lo que se convierte de mayor, y rara vez se ven pruebas de ello.
En conclusión, es una miniserie que está bien, sin duda tiene muchos puntos fuertes, pero no es una obra maestra. Sin duda la recomiendo para quién quiera distraerse con una bonita historia de época.
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